Uno de cada cinco escolares extremeños de entre 7 y 17 años sufre acoso en las aulas. Estos datos aparecen en el libro Moobing escolar. Violencia y acoso psicológico contra los niños , en el que se analizan los últimos datos sobre este tipo de violencia mediante un muestreo realizado entre 25.000 alumnos de 14 comunidades autónomas (todas excepto Valencia, Baleares y La Rioja).

Los resultados, recogidos por la directora del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo, Araceli Oñate, y por Iñaki Piñuel, profesor en la Universidad de Alcalá y director del Mobbing Research (Investigación del Acoso), ponen de manifiesto que Extremadura está entre las comunidades autónomas con menor incidencia del país, que registra una media de un caso por cada cuatro alumnos.

El estudio revela que el riesgo de sufrir acoso escolar se multiplica por cuatro en niños con 7 u 8 años y que disminuye progresivamente hasta el Bachillerato (16-18 años), etapa esta última en la que el porcentaje de acoso en las aulas (en torno al 11%) coincide con el acoso que se produce en otros ámbitos, como el doméstico o el laboral.

Los autores exponen que el acoso es mayor entre niños (24,4 %) que entre las niñas (21,6%) y que las mayores tasas se han detectado en Andalucía (27,7%), País Vasco y Navarra (25,6%) y las más bajas en Aragón (18%) y Canarias (19,01%).

En Asturias y Cantabria la tasa de acoso o violencia alcanza el 23,6%; en Madrid, el 23,4; en Castilla y León el 22,70; en Cataluña el 22,6; en Galicia el 22,4; en Murcia el 21,50; y en Castilla-La Mancha la cifra es similar a la de Extremadura, 20%.

RESPONSABLES En cuanto a los responsables del mobbing , un 4 por ciento de los niños apuntan como culpable al profesorado. Piñuel lamentó que "en pleno siglo XXI" haya datos constatables que sitúen a los profesores como hostigadores, y precisó que algunos miembros del personal docente recurren a estas prácticas con el fin de "recuperar el control" de la clase. Asimismo, reveló que de cada 100 víctimas de acoso escolar, 21 de ellos han visto cómo han sido protagonistas de "hostigamiento, insultos y maltrato verbal", 17 han sido víctimas de coacciones y chantajes y catorce han tenido que soportar actos de intimidación contra ellos.

Por otra parte, el estudio también analiza otros parámetros y entre las conclusiones señala que uno de cada cuatro escolares tiene baja autoestima y reconoce sufrir síntomas de estrés postraumático, ansiedad y depresión. Además, más de la mitad de los 25.000 encuestados afirma que muy pocas personas son dignas de su confianza.

El 28% de los niños responden que suelen estar intranquilos todo el tiempo, que tienen una sensación de miedo sin conocer el motivo y que les sudan las manos sin saber por qué, mientras que el 29% dice que le cuesta recordar y el 25 que sienten nervios, ansiedad y angustia en estas circunstancias.

Respecto a la autoestima, las respuestas indican que el 38 por ciento que asegura que no tiene mucho de qué presumir, que el 32 por ciento sostiene que a veces piensa que son malos y que no tienen remedio, a un 28% no le gusta su forma de ser, el 23% si volviera a nacer le gustaría ser diferente y el 20% cree que es más débil que los demás. Además, al 25% de los escolares algunas veces les dan ganas de morirse y el 26% se odian.