La iglesia de San Agustín fue, en su origen, la mezquita mayor del Badajoz islámico y su torre, el alminar, según el estudio de un equipo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlín, dirigido por el arqueólogo Fernando Valdés, director de las excavaciones de la alcazaba, y que estuvo 15 días en Badajoz el pasado verano.

Las conclusiones, ya conocidas aunque su informe está por concluir, se darán a conocer en la ciudad a primeros de año, según Valdés. El estudio arqueológico no requirió excavaciones. Se hizo un análisis estructural del edificio, de materiales y un levantamiento planimétrico muy exacto, con el permiso del Arzobispado de Mérida-Badajoz y costeado por la empresa Alamut.

"Una vez terminado el plano y retirando los elementos de fecha conocida, lo que quedó era la planta original antes de hacer reformas, y corresponde a la de una mezquita", aseguró Valdés, quien añadió que "no hay restos de otras mezquitas aparte de la de la alcazaba y es demasiado grande para no ser la principal". También apoyan la conclusión su ubicación en el actual casco antiguo y la orientación de la parcela, "mirando al sur, como era canónico en las mezquitas de al-Andalus, dijo.