El de la Comisión Europea no es el primer estudio que hace referencia a cómo puede afectar el cambio climático a la región. El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, del Ministerio de Medio Ambiente, ya advierte de que es previsible para el 2030 una reducción de al menos el 11% en el caudal del río Guadiana y del 7% en el Tajo. Esto irá acompañado de un aumento de temperaturas, con una previsión media para España que oscila entre 1,1 y 2,9 grados centígrados, según las expectativas más optimistas, y los 2,4 y 6,4 grados de las más pesimistas para finales del presente siglo.

Por su parte, el director territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Adolfo Marroquín, ha reconocido durante este año que Extremadura es una de las regiones de España "más sensibles" a los efectos del cambio climático, al encontrarse "en una zona de frontera entre el sur de Africa y el norte de Europa".

Otro estudio del Ministerio de Medio Ambiente, éste del 2007, advertía de que las temperaturas medias subirán entre 3º y 4º en invierno y hasta 7º en verano en las próximas décadas. Paralelamente, las lluvias serán menores en invierno y muy inferiores --hasta medio litro por metro cuadrado y día de media-- en verano. Además, cada vez serán más frecuentes los días de calor extremo, mientras que irán desapareciendo los días de frío intenso. (Puede ampliar estas informaciones en las ediciones del 14-11-2008, 28-3-2008 y 2-6-2007).