La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz suspendió ayer, por cuarta vez, el juicio que se sigue contra el ciudadano alemán Karl Héinz Vollmers, acusado de un delito de estafa. La suspensión se debió, una vez más, a la no comparecencia del acusado.

El delito que se intenta juzgar viene desde el año 1993, sin que en estos 13 años la parte demandante, una empresa jamonera de Higuera la Real, haya logrado obtener la más mínima satisfacción por la estafa de 20 millones de las antiguas pesetas --120.000 euros-- de que fue objeto, presuntamente, por este individuo.

El letrado que lleva el caso a la empresa de Victoriano Domínguez, Antonio García Calderón, comentaba tras la suspensión, aún con sentido del humor, que "es ya la cuarta vez, pero el Gobierno alemán no concede la extradición de sus ciudadanos para que los juzguen fuera del país, por mandato constitucional, a pesar de haber firmado la Constitución Europea".

Por ello, dijo García Calderón, van a pedir una euro-orden de busca y captura internacional, con el fin de "que podamos, al menos, sentarlo en el banquillo y juzgarlo".

Aún así, no las tienen todas consigo, reconoce Domínguez, quien cuenta que Karl Kéinz le hizo una compra pequeña de jamones, "que pagó", y luego otra "por 20 millones, se los llevó y no ha vuelto a aparecer". Desde 1993 intenta recuperar el dinero, "o al menos que se celebre el juicio".

EL abogado explica que han hecho los arreglos procesales necesarios a fin de evitar más incidentes. Piden seis años de prisión, pero podría bajar la pena. Si finalmente no aparece, ni con euro-orden de busca y captura internacional, "intentaremos juzgarlo en rebeldía", afirmó García Calderón.