La mayoría conoce las inexistentes condiciones humanas, laborales e higiénicas con las que se enfrentan los trabajadores inmigrantes en situación de ilegalidad, que aprovechan principalmente empresarios sin escrúpulos ni moral con el único fin de aumentar su lucro personal. Lo que sorprende son las manifestaciones de Cáritas en Villafranca, que justifica el pago de 1 euro a la hora por el trabajo realizado, teniendo en cuenta que tienen horarios flexibles y que al menos con esas 40.000 pesetas al mes, puede cubrir esa familia sus necesidades básicas. Más duro resulta la defensa que hace de esos empresarios, justificando que lo hacen en beneficio de esas familias. ¿Si es cierto que esos empresarios lo hacen por el bien de los inmigrantes, por qué no les pagan el salario según convenio, o según esté la peonada para los trabajadores extremeños? Está claro el motivo, pero no la respuesta.

*Responsable de Juventud de UGT