Nos han echado. A día de hoy todos los miembros de mi candidatura están fuera de Comisiones Obreras. Es una situación muy grave, insostenible; pero no vamos a irnos del sindicato, porque nosotros también somos Comisiones Obreras». Así se manifestó ayer Marisol Salazar, quien fuera candidata a la secretaria general de CCOO en Extremadura en el X Congreso celebrado en Mérida el 18 y 19 de mayo del pasado año, y que ganó Encarna Chacón con el 51% de los votos (Salazar obtuvo el respaldo del 49% de los afiliados). De ese congreso salió una Comisión Ejecutiva formada por 12 miembros, 5 de los cuales iban en la candidatura de Salazar, pero «a día de hoy no hay ninguno, nos han echado a todos», todos han sido desliberados o despedidos, provocando que la situación esté en manos de la Inspección de Trabajo y, en algunos casos, en los juzgados. Desveló así una crisis interna en la que, a su juicio, se ve inmersa casi la mitad de la militancia del sindicato.

«A mi me propusieron una secretaria, como ya ha dicho la propia secretaria general, pero no iba a aceptar ningún puesto, ninguna secretaria, a cambio de las cabezas de mis compañeros, porque yo llevo más de veinte años en este sindicato y considero todo como un equipo», indicó Salazar. «Ahora dirá que es una pataleta, pero no lo es, es una manifestación de casi la mitad de la organización; porque nos han echado de la organización, no nos hemos ido», recalcó. Ella ha sido la última a la que han echado, subrayó, y lo han hecho mediante un mensaje de whassap: «Me han dicho, gracias por los servicios prestados y que vuelvo a mi puesto de trabajo en septiembre; cosa que, por otro lado y por mi salud mental, agradezco, tal y como está el sindicato; pero no vamos a irnos, no tenemos por qué irnos, porque nosotros también somos Comisiones Obreras», destacó.

Salazar argumentó que «no se ha respetado» la representación salida de ese congreso, dentro de los órganos del sindicato, «por la decisión de la secretaria general», que dijo textualmente, recordó, nada más vencer que «entrábamos dos y salimos una, y, la verdad, es que lo ha cumplido», ironizó.

En este sentido, Chacón incorporó a la Comisión Ejecutiva tras el congreso a cinco miembros de la candidatura de Salazar: la propia excandidata, Pilar León, Francisco Llera, Concha Gómez y Ramón Barco. Todos ellos han sido «despedidos o desliberados». Además, otros miembros de la candidatura de Salazar que no entraron en el órgano de dirección, también han corrido la misma suerte.

Las consecuencias de estos despidos y desliberaciones, según los denunciantes, es que «se han desmantelado servicios de Comisiones Obreras, se ha generado un clima negativo de trabajo en el seno de la organización, con situaciones de baja por ansiedad, denuncias en la Inspección de Trabajo, juicios pendientes por despidos, etcétera; y no se ha respetado el resultado del Congreso». Insisten en que Chacón «no ha querido o no ha sabido escuchar a esta prácticamente mitad de la organización y creemos que es el momento de comunicarlo a toda la afiliación y a toda la clase trabajadora». Ahora, recalcaron, «termina nuestro intento y nuestra responsabilidad», que «tiene que ser asumida por la secretaria general».

Ante la «gravedad» de lo que está ocurriendo en Extremadura, comentó, espera que el secretario general de CCOO, Unai Sordo, «no se haga el sordo» y tome cartas en el asunto, porque «se incumplen los estatutos al obviar la decisión de casi la mitad de la militancia».

CONTRATOS A DEDO // Salazar compareció ayer ante la prensa junto a varios miembros de su candidatura, que denunciaron bajas por ansiedad y casos en los juzgados, por la situación generada; y que incluso advirtieron de que en la actual cúpula de CCOO con Chacón a la cabeza, «se contrata a dedo, a familiares, a amigos, sin ningún arraigo en el sindicato, y se despide a gente con una gran trayectoria y conocimiento del sindicato». Es más, aseguraron que «hay contratos de dudosa legalidad, que deberían ser investigados», y que hay «carencias dentro del sindicato respecto a riesgos laborales, sin formación para los trabajadores; en casa del herrero, cuchillo de palo», indicaron.