El I Congreso Internacional de la Sociedad de la Imaginación se cerró anoche en Mérida con un llamamiento de los expertos a que la imaginación sirva como modelo de desarrollo alternativo económico, cultural y social, a partir de las actuaciones del Gabinete de Iniciativa Joven.

En las conclusiones del encuentro, participantes y ponentes, tras reconocer el esfuerzo que está realizando Extremadura, indicaron que "no es posible separar las necesidades sociales del mercado, como tampoco lo económico debe separarse de esas otras necesidades".

Por otro lado, se puso en evidencia la necesidad de promover la generalización de nuevos instrumentos tecnológicos, pero vinculado al desarrollo de la capacidad imaginativa de quienes han de manejarlos, ya que "el gran reto es imaginar cómo aplicar la tecnología y cómo crear nuevos conceptos donde ésta opere".

En todo caso, y respecto al fomento de estas capacidades, se aboga por una responsabilidad compartida entre lo público y lo privado, de manera que se impulsen programas educativos de estimulación de la capacidad creativa de los ciudadanos.

ESFUERZO COMUN En cuanto al desarrollo de la jornada de clausura, el primero en intervenir fue el consejero de Infraestructuras y Desarrollo Tecnológico, Luis Millán Vázquez de Miguel, quien reclamó que toda la sociedad extremeña participe en el proceso que se ha abierto, porque lo importante es trabajar en red aunando esfuerzos.

Por su parte, Rolf Jensen, creador de la empresa Dream Society, apuntó que la nueva sociedad implica romper con los valores tradicionales para atender a los emocionales.

Mientras, el panel de expertos del Gabinete de Iniciativa Joven (GIJ), en la ponencia de síntesis, destacó el valor de la imaginación como algo amplio, capaz de transformaciones globales más allá del mercado.

Además, el médico y escritor Agustín Muñoz aludió al enorme potencial del cerebro humano para imaginar, y explicó que el GIJ es la renovación del viejo pregonero, capaz de crear grandes grupos de cohesión en torno a él. Por su parte, Fernando de la Riva, consultor en educación social, comentó que el panorama de una sociedad en crisis obliga a innovar, para lo que juega un papel fundamental la imaginación y la inteligencia artificial.

Finalmente, Marta Iñiguez, consultora internacional de creatividad, indicó que la creatividad, más que una necesidad, es una urgencia y un derecho de todos los ciudadanos. "Hay que globalizar la abundancia, el conocimiento, la dicha y la plenitud", concluyó.