Ofrecer el tratamiento más adecuado a cada enfermo de sida o portador del VIH que lo precise. Esta es una de las mayores inquietudes de las personas implicadas en la lucha contra esta enfermedad en Extremadura, para lo que piden una mejora en la coordinación de sus recursos asistenciales. Su mayor preocupación: que un paciente tenga dificultades para acceder a la medicación que mejor se adapte a sus necesidades, solo porque ese tratamiento no esté disponible en el hospital donde se le atiende.

"Extremadura está a la vanguardia de la investigación en tratamientos contra el sida y VIH", afirma Agustín Muñoz, jefe de la Unidad de Patología Infecciosa del Hospital Infanta Cristina y uno de los mayores expertos en este ámbito del país. Así, indica que su equipo trabaja ya con varios fármacos que aún no están comercializados, sino en fase de estudio. De esta forma, aquellos pacientes que no responden a un tratamiento pueden probar con otra medicación más innovadora.

Para que ningún enfermo pierda esa oportunidad, Muñoz cree necesario "mejorar la organización asistencial", para que esta se adapte perfectamente al nivel de atención que precisa cada paciente. Para ello, añade, "no es necesario un centro de referencia, sino ordenar los recursos y que sean determinadas unidades --con más experiencia y medios-- las que se ocupen de ciertos tratamientos.

En la misma línea se sitúa el presidente del Comité Antisida de Extremadura (CAEX), Santiago Pérez, quien reclama una "mayor coordinación entre los hospitales, para saber en qué trabaja cada uno". De este modo, continúa, "los pacientes podrán acceder a todos los tratamientos, estén donde estén". En el Día Mundial contra el Sida, ayer, Pérez estimó que entre 800 y 1.000 reciben este tipo de asistencia médica en la región.