El exsecretario de Estado Adjunto de Economía de Portugal, Eduardo Oliveira, señaló ayer en Cáceres que el proceso para la puesta en marcha del Mercado Ibérico de la Electricidad ha avanzado poco en el último año y que las expectativas son sombrías.

Oliveira, catedrático de la Universidad de Oporto, participó en un curso sobre Luces y sombras del Mercado Ibérico de la Electricidad, incluido en las jornadas de Agora, dirigido por el expresidente de la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico español, Miguel Angel Fernández Ordóñez, y la redactora del Diario Económico luso, Helena Garrido.

El catedrático portugués manifestó que existe "un déficit de transparencia y de equidad respecto a la situación anterior, así como una falta de liderazgo del proceso", por lo que las expectativas, en su opinión, son un tanto sombrías.

Entre las cuestiones que quedan por definir, existe, según dijo, un "universo de problemas", como las tarifas, las garantías de abastecimiento y de potencia o los productos de régimen especial. Destacó las dificultades que entraña este mercado ya que es difícil que haya competencia en el mercado eléctrico por que los mercados suelen ser pequeños y las empresas enormes. Explicó, no obstante, que la idea del mercado ibérico, en el fondo, "no es más que ampliar los mercados, que haya más posibilidades para los consumidores y más oportunidades de rivalidad", informa Efe.

Por su parte, el director general adjunto a la Presidencia de la Red Eléctrica de España, Angel Landa, y el presidente de la Red Eléctrica de Portugal, José Penedés, aseguraron que el Mercado Ibérico de Electricidad supondrá un abaratamiento del servicio eléctrico.

Penedés señaló que el mercado ibérico nace con naturaleza supranacional para resolver los problemas de las empresas suministradoras de electricidad de Portugal y España y "traerá consigo un servicio eléctrico más barato y más eficiente". Su puesta en marcha sólo persigue, según dijo, el objetivo de mejorar el precio del servicio, incrementar la seguridad en el abastecimiento energético y garantizar, en definitiva, el servicio que se presta al usuario final.