El Ministerio de Economía y Hacienda ha aprobado una reducción fiscal para las actividades agrícolas y ganaderas que durante el pasado ejercicio se vieron afectadas por las inclemencias meteorológicas, la crisis de precios y otras incidencias.

La medida entró en vigor ayer tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y supone una reducción de los índices de rendimiento neto aplicables para la estimación del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) para las actividades agroganaderas afectadas por alguna circunstancia excepcional. De este modo, se aplicarán descuentos que van del 0,07 al 0,26 en los módulos de los sectores ovino, caprino, bovino, porcino, cunícula y apícola. Además, en el caso extremeño también habrá rebajas para el tomate, los frutos no cítricos y la uva para vino de mesa y con denominación de origen.

Para la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, que aplaude esta iniciativa, se trata de una medida positiva. No lo ve así la Asociación de Jóvenes Agricultores y Ganaderos (Asaja), que la considera "insuficiente" y con "grandes olvidos". Así, esta organización ha criticado que algunos sectores ganaderos, como el vacuno de leche, hayan quedado fuera de las rebajas fiscales, así como que no se haya atendido su petición de incrementar hasta el 9% la compensación del IVA que los ganaderos reciben en Régimen Especial Agrario.

También destacó que las reducciones dejan fuera a un número "importante" de términos municipales afectados por las tormentas de mayo del año pasado en Castilla-La Mancha, donde se "han olvidado" más de la mitad de los ayuntamientos y donde la rebaja se ha aplicado sólo a la vid, dejando fuera cereales y olivar. Además, considera la reducción para el tomate de Extremadura insuficiente e insiste en la necesidad de una fiscalidad diferenciada para el gasóleo agrícola.