José Manuel Mariscal, abogado cacereño de 33 años especializado en cooperación internacional y desarrollo regional por la Organización Internacional del Trabajo, es ya un veterano en el Tercer Mundo, al que lleva dedicado más de una década. Ha participando en proyectos en Perú, Bolivia, Nicaragua o República Dominicana, entre otros países, como voluntario de ONG como el MPDL o Cruz Roja. Desde hace dos años y medio ejerce como director de la Oficina Regional de la ONU en Manizales (Colombia). En este destino está acompañado por su esposa, María Jesús Javato, también cacereña y funcionaria de la Consejería de Bienestar Social en servicios especiales.

¿Cuál es exactamente su cometido en Colombia?

--En esta región, eminentemente cafetera, la crisis internacional de precios de este producto ha sumido a la zona en una pobreza de consecuencias preocupantes. De hecho, grupos de la guerrilla y paramilitares han hecho su aparición, y cada vez són más los cultivos de coca y amapola. Por ello, desde la ONU se vio la necesidad de poner en marcha proyectos que den una alternativa a la economía de la región, con colaboración con las entidades locales y las empresas privadas.