La región extremeña, considerada una de las mayores reservas ornitológicas de Europa, acoge ya un total de 316 especies de aves, lo que supone un incremento de trece razas en comparación con los estudios realizados en 1998. En los campos de Extremadura conviven pájaros en grave peligro de extinción con otros de origen exótico y algunos de carácter doméstico que han logrado escapar de sus jaulas. Otros datos destacables de la población ornitológica regional, según detalla el reciente anuario sobre Aves de Extremadura publicado por la asociación conservacionista Adenex, son la masiva presencia de gaviotas o los censos de buitres y águilas.

El último estudio de Adenex sobre la ornitología extremeña deja claro, ante todo, que la comunidad sigue siendo uno de los paraísos para las aves de todo el mundo. No en vano hay 316 razas distintas surcando los cielos de la región, de las cuales 18 corresponden a aves de origen exótico o que lograron escapar de sus jaulas. Entre las primeras destacan el pelícano, el marabú africano (es una cigüeña carroñera), el cisne negro australiano, el faisán dorado y cuatro especies de loros.

LAS MAS AMENAZADAS

Además, hay registradas hasta tres especies amenazas en todo el mundo, como son el águila imperial, la avutarda y el cernícalo primilla.

Pero si hay un dato llamativo en el informe de Adenex es la presencia de más de 80.000 gaviotas que pasan los inviernos en Extremadura, donde se alimentan casi exclusivamente de los restos de los grandes basureros. Mientras, en Sierra Brava sigue aumentando año a año la presencia masiva de patos, y este año ya superan los 100.000 animales.

BUITRES Y AGUILAS

Por lo que se refiere a los buitres, aparecen fundamentalmente en Cáceres y hay localizadas 1.500 parejas de buitre leonado, 600 de buitre negro --Extremadura es la mayor reserva mundial de esta especie-- y 180 de alimoche. En el caso de los águilas, la asociación ecologista afirma que "su situación es buena excepto en el águila perdicera, que sigue disminuyendo".

También se constata que, por desgracia para los numerosos cazadores de la región, la tórtola "está en un estado delicado y sigue disminuyendo", aunque continúan llegando cada invierno en torno a 300.000 palomas torcaces.

El responsable de este estudio es Javier Prieta, actual coordinador de la Sección de Zoología de Adenex, quien se ha mostrado muy satisfecho con los resultados del trabajo y ha destacado que el anuario cuenta con las aportaciones de más de 160 personas. Asimismo, avanza que ya está trabajando en una nueva edición actualizada de la obra.

Por su parte, Adenex recuerda que según un inventario de la Sociedad Española de ornitología el 75% del territorio extremeño es importante para las aves, siendo una región que es visitada cada año por miles de ornitólogos. Se trata, explica la asociación, "de un tipo de turismo rentable que pasa desapercibido, pues no forman aglomeraciones en las ciudades, tienen horario madrugador y costumbres silenciosas".