Extremadura es una de las comunidades autónomas donde más se paga por IRPF. La región se encuentra entre aquellas donde este impuesto resulta más gravoso tanto en los tramos de renta bajos y medios como en los más elevados, de acuerdo a las conclusiones de la decimoquinta edición del estudio Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2016 , que fue presentado ayer. Este informe, elaborado por el Registro de Asesores Fiscales REAF-REGAF, órgano especializado en materia fiscal del Consejo General de Economistas, analiza la situación de la normativa autonómica en impuestos cedidos y en impuestos propios ayudándose de ejemplos para facilitar las comparaciones. Un escenario de desigualdades de tributación y de gravámenes propios de cada región que se califica de "batiburrillo".

En el caso del IRPF, con el fin de facilitar la comparativa, el informe parte de la tributación que tendría que realizar un contribuyente soltero y sin hijos con edad inferior a 65 años y sin circunstancias que pudieran darle derecho a deducción estatal o autonómica. Tampoco obtiene renta alguna diferente a la que proviene del trabajo personal. Con esta premisa, entre las comunidades del régimen común (todas a excepción del País Vasco y Navarra), Extremadura aparece como la tercera con un IRPF más alto cuando las rentas brutas anuales son de 16.000 y 20.000 euros, tras Cataluña y Comunidad Valenciana, y como la segunda cuando las ganancias ascienden a 30.000 euros, únicamente por detrás de Cataluña. En este último supuesto, por ejemplo, la diferencia entre un contribuyente extremeño y el que menos paga --uno de Madrid-- sería de 266 euros. En las tres siguientes hipótesis de ingresos (45.000, 70.000 y 110.000 euros) Extremadura ocupa el primer puesto.

El informe, que fue presentado por el presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, acompañado por el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, confirma en líneas generales que Madrid es la comunidad donde se paga menos IRPF, mientras que en Cataluña, Extremadura y Cantabria son aquellas donde más se tributa por la renta obtenida.

En cuanto al Impuesto sobre el Patrimonio --donde posiblemente la Junta baje el mínimo exento de los 700.000 euros actuales hasta los 500.000, según el último borrador de los presupuestos autonómicos--, Extremadura también figura entre las autonomías con una fiscalidad más elevada. Por la menor de las tres bases imponibles que se contemplan, 800.000 euros, en la región hay que pagar 300 euros, la cuarta mayor cifra. Con una fortuna de cuatro millones de euros, serían 54.819 euros, la cantidad más elevada del país. En Madrid, en cambio, no se pagaría nada.

Dentro del Impuesto de Sucesiones, Extremadura figura como la tercera comunidad en la que más habría que abonar en el supuesto que se plantea, el de un soltero de 30 años que heredase bienes de su padre por un valor de 800.000 euros de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido. Habría que entregar al fisco 158.796 euros. A la cola aparece Canarias, con apenas 134. Igualmente, hay solo dos regiones que superan a Extremadura en el caso de la tributación por donaciones, si bien aquí también está previsto que haya cambios, ya que desaparecería la bonificación para las adquisiciones inter vivos, con el objeto de que no se descapitalicen las futuras herencias.