Un dicho popular afirma que la esperanza es lo último que se pierde pero, en cuestión de juegos, los extremeños están empezando a no creer en ella. De hecho, el año pasado se encontraban entre los españoles que menos jugaron a la lotería del Estado.

Y, es que, esta inversión es una acto de pura suerte, se puede llegar y besar el santo o no se le puede ver en la vida.

A diferencia del gasto de los ciudadanos de Lleida, Burgos, Soria, Segovia, Madrid y Alicante que son los que más gastan en juegos de azar con una media de 240 euros; cada extremeño compró 180 euros de loterías en el 2002, situándose por debajo de la media.

Pero cuando se opta por jugar, se prefiere hacerlo en invierno y, sobre todo, en diciembre. En este mes se recaudaron 2.153 millones de euros en España. Aunque la lotería del Niño también motiva a los españoles a probar fortuna, así enero fue el segundo mes en el que más lotería se vendió.

Pero también se prueba suerte con la Primitiva, aunque con respecto al 2001 bajó en un 13,9 % las ventas, a pesar de ello fue el segundo juego que más interesó a los españoles. La Bonoloto, la Quiniela y el Gordo, son las otras oportunidades para hacer dinero. Este último, el Gordo, aumentó sus ventas un 31,3%.