El mantenimiento de formas de producción agraria tradicionales, la dehesa y el ser una zona poco poblada convierten a Extremadura en un ecosistema de gran calidad para el asentamiento de aves.

En el último mes lo han podido comprobar los amantes de las aves en las ferias de ornitología de Reino Unido, Holanda y Alemania.

La región no es importante en cuanto al número de especies, al no contar con una gran variedad de entornos, pero sí por encontrarse en ella las mayores poblaciones de aves en peligro de extinción. Concretamente la Dirección General de Turismo da la cifra del 35% de las especies europeas protegidas.

El delegado en Extremadura de la asociación SEO/BirdLife, Marcelino Cardiallaguet, destaca los hábitats favorables de la región para la nidificación de rapaces, especies de ambientes mediterráneos y esteparios.

Entre estos lugares privilegiados para la avifauna se encuentra Monfragüe, especial porque en esta zona los amantes de las aves pueden avistarlas sin dificultad. Pero, sin duda, la reserva reina de la región es la Sierra de San Pedro. Es la que alberga el mayor número de aves pero también donde más difícil son de ver por sus características geográficas. En estos parajes conviven buitres leonados, buitres negros, alimoches, cigüeñas negras y el águila imperial ibérica, ésta última es la rapaz endémica que mayor peligro tiene de desaparecer en Europa, encontrándose en Extremadura el segundo núcleo poblacional más importante.

Las estepas de los LLanos de Cáceres o la Campiña Sur, sobre todo en el primer caso, son una auténtica reserva biológica para especies como la avutarda, asisón, águila perdicera o buitres negros.

Pero a las aves no solo les gusta habitar en nuestros campos sino que también eligen nuestros núcleos urbanos para quedarse, destacando Cáceres con su importante población de cernícalo primilla o Malpartida de Cáceres donde se encuentra el mayor núcleo de cigüeña blanca.

Esta riqueza se está aprovechando como recurso turístico. Para la directora general de Turismo, Manuela Holgado, "la ornitología es una de las grandes joyas naturales de Extremadura y en los últimos años se ha convertido en un gran potencial para el turismo especializado en la región".

Entre las acciones de promoción que está realizando la Junta, destaca la participación en ferias ornitológicas de caracter internacional, la última en el Vogelfestival (Alemania). Según Holgado, la región constituye la cuarta parte de la oferta de este tipo de turismo en España, con 69 ZEPAS (Zona de Especial Protección para las Aves), que ocupan 1.089.936 hectáreas de suelo, el 26,15% de la superficie.

Para Cardiallaguet, el que se entienda como un reclamo turístico, en principio puede ayudar al mantenimiento de los pájaros, pero considera que lo importante es que se convierta en un beneficio para las poblaciones rurales donde habitan, "la conservación de las aves depende de que sea percibido como algo beneficioso para la gente que vive cerca de ellas", señala el delegado de SEO.