Proteger al menor y dar protagonismo a sus opiniones a la hora de establecer un clima adecuado de convivencia. Es el objetivo del nuevo proyecto de decreto extremeño que regula las adopciones. En el caso de las nacionales, la Junta permitirá a partir de ahora que exista contacto, del tipo que sea, con la familia biológica si el niño así lo pide y se considera que es beneficioso para él. La relación puede ser con hermanos o con los propios padres si se cree apropiado. Serán los equipos técnicos de Políticas Sociales quienes valoren cada situación, una opción que hasta la fecha no se barajaba. El concepto se conoce como adopción abierta.

Es una de las principales novedades que recoge la futura normativa que acaba de ser publicada en el portal de transparencia de la Junta para que se inicie el periodo de alegaciones. El nuevo texto tiene como objetivo, básicamente, adaptarse a la ley nacional de protección del menor del año 2015.

Otro de los puntos clave que contempla es que también se permitirá obtener la custodia de un hermano del menor ya adoptado de manera directa y sin tener que esperar a los trámites habituales. «Muchas veces los hermanos son un vínculo fundamental porque son los únicos referentes que han tenido. Separarlos es un proceso muy duro. Hay veces que se espera a que haya una familia que quiera adoptar a los dos, pero es bastante complicado que exista alguna y los procesos se pueden demorar mucho, incluso hasta los dos años, por lo que se considera mejor separarlos si alguno de ellos tiene la posibilidad de ser adoptado», explica Carmen Núñez, directora general de Políticas Sociales, Infancia y Familia de la Junta. «Son decisiones muy difíciles», apostilla.

De los 40 a los 45 años / Como apoyo a los niños y sus nuevos padres, también habrá un servicio de posadopción que, en los casos internacionales, ayudará en la búsqueda de los orígenes. «Ellos se preguntan qué pasó, de dónde vienen, y se considera favorable asistir en las preguntas y dudas que les van surgiendo», indica Carmen Núñez.

El nuevo decreto recoge igualmente que, tal y como ya adelantó este periódico, la edad límite para adoptar bebés se amplía de los 40 a los 45 (la mínima está en los 25 años, en casos de matrimonios o parejas de hecho, basta con que alguno de los dos los haya cumplido). En ese sentido Núñez subraya que ha aumentado la edad para iniciar el proceso. «Adoptar se tiene como última opción, de manera que si cada vez somos padres más tarde, afecta igualmente a este proceso. Si antes las media estaba en los 29 o 30 años, ahora lo más común es a partir de los 35».

ETERNA ESPERA / Desde la dirección de Políticas Sociales, Infancia y Familia explican que actualmente la adopción nacional está cerrada con una lista de espera de cientos de familias. «Lo que quieren son bebés, y eso es muy complicado. A partir de los 5 años ya es muy difícil que un niño quiera ser adoptado, de manera que las peticiones no pueden ser resueltas».

Además, Carmen Núñez subraya el sentimiento de culpabilidad que invade a algunos menores al sentir que están abandonando a su propia familia. «Estos niños boicotean la posibilidad de ser adoptados».

En cuando al proceso internacional, «ahora se están resolviendo expedientes de hace tres años, de manera que también hay otras cientos de parejas a la espera». Tailandia o países africanos son ahora las mejores opciones para quienes quieren formar una familia.