A la tercera fue la vencida para la energía solar, que se adjudicó en la subasta de ayer del Ministerio de Energía la mayor parte de los megavatios (MW) otorgados por el Gobierno -3.587 de los 4.636 concedidos finalmente-.

Una cifra que no sólo es un éxito para la industria de la fotovoltaica y las termosolares, tras conseguir unos resultados mínimos en las anteriores subastas de renovables, sino que también abre la puesta en marcha de diferentes planes proyectados en la región que estaban a la espera de conseguir los megavatios correspondientes para poder operar.

La energía solar es la gran baza de Extremadura en la producción de energías renovables. De hecho, la Junta ya expresó su descontento con los resultados de la subasta anterior, en la que la eólica acaparó la mayor parte de los megavatios.

Con el resultado de esta nueva puja, existen perspectivas favorables para que la región acoja nuevos proyectos solares.

Sin embargo, la concesión de estos megavatios se hace a personas jurídicas, no a proyectos concretos de renovables. Por ello, fuentes del Ejecutivo extremeño hablan de «buenas perspectivas» pero no se aventuran a concretar qué plantas se podrían poner en marcha.

Tal y como explican estas fuentes, a partir de ahora se abre un plazo de seis meses para negociar qué proyectos se van a emprender y negociar con aquellos que estén en trámites o sean de nueva creación.

Por el momento, la filia de energías renovables de Endesa, Enel Green Power, anunció que uno de sus proyectos estará ubicado en la provincia de Badajoz, tras haber conseguido 399 MW de capacidad solar en la subasta.

PACTO DE ESTADO/ Optimismo también desde el Clúster de la Energía de Extremadura, quien señala el evidente potencial de la región para que esos proyectos recaigan aquí.

Sin embargo, desde esta organización subrayan la necesidad de un Pacto de Estado que fije un sector energético liberalizado, que apueste por las renovables y que sea también transparente.

En declaraciones a este periódico, Vicente Sánchez, presidente del Clúster, destacó la necesidad de que se dé acceso a las pequeñas y medianas empresas, en un mercado acaparado en España por las grandes compañías energéticas: «Pedimos que las pequeñas y medianas empresas puedan participar, porque al final son siete las compañías que se llevan el negocio», afirmó.

Sánchez criticó la política energética del Gobierno, basada en «parches», con unas subastas energéticas que se abren «por sorpresa» y en la que no hay metas fijadas a largo plazo.

«Tenemos que saber qué queremos ser en 2050. Marcarnos una serie de plazos y objetivos», recalcó.

Asimismo, reprobó la normativa de autoconsumo fijada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

«Tenemos unas normas que van en contra del propio autoconsumo», expresó.

Esta regulación, a su juicio, busca beneficiar a las grandes empresas, «que quieren renovables a medio y largo plazo pero no a corto».

Es en este corto plazo y en el impulso al autoconsumo donde, explicó, entran en juego las pequeñas y medianas empresas, en instalaciones para particulares.

Sánchez puso como ejemplo a seguir el sistema portugués, que facilita a través de una sencilla página web que cualquier ciudadano pueda abastecerse energéticamente.

En la actualidad hay en Extremadura proyectos de energía fotovoltaica, en distintas fases de tramitación, que suman un total de 4.000 MW.