Uuna asociación que desde sus inicios ha trabajado por el desarrollo de comarcas separadas por la Raya, que necesitan avanzar unidas, y otro colectivo que pretendió echar a andar desde compromisos por la educación y ha conseguido abundantes ejemplos de intercambio cultural con Portugal, fueron anoche las dos entidades galardonadas por el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas (GIT) con sus Premios a la Cooperación Luso-Extremeña. Los premiados fueron la Asociación La Raya/A Raya y la Asociación Cultural Extremeño Alentejana.

Los galardones fueron entregados en el transcurso de un acto en la terraza del Teatro López de Ayala de Badajoz, a la que asistió el responsable del GIT, Ignacio Sánchez Amor, y en la que estuvieron los presidentes de los dos colectivos que este año han sido reconocidos por su labor de estímulo a las relaciones con el país vecino: Angel Bernal, presidente de la Asociación Cultural Extremeño Alentejana y José Luis Solís, presidente de La Raya/A Raya.

ANIVERSARIO

El GIT ha querido hacer coincidir la entrega de estos premios con la celebración, este mes, de su décimo aniversario y, para ello, ha decidido reconocer la trayectoria de dos asociaciones con una larga trayectoria de colaboración a ambos lados de la frontera.

La Asociación La Raya nació con el objetivo de fomentar el desarrollo de las comarcas que están representadas en ella. Entre sus muchas actuaciones, organiza la Feria Rayana, una cita itinerante que comenzó en 1994 y que cada año se celebra en una de las comarcas que forman parte de este colectivo: la Raia Centro y Sul de Portugal (representada por Adrades), el centro municipal de Cultura y Desenvolvimento de Idanha-a-Nova y la Asociación de Desarrollo Amato Lusitano, por parte portuguesa, junto a Sierra de Gata (Adisgata), Alcántara (Adeca), Valle del Alagón (Adesval), Valencia de Alcántra (Adescoba), Las Hurdes (Adic-Hurdes) y Tajo, Salor, Almonte (Tagus).

Por su parte, los orígenes de la Asociación Cultural Extremeño Alentejana se sitúan en el mundo de la educación, pero la falta de conexión con el mundo educativo alentejano derivó sus fines hacia la cultura. Su finalidad es dar a conocer lo alentejano y todo lo portugués en Extremadura y todo lo extremeño en el Alentejo. Hoy cuenta con 205 socios y ha conmemorado sus primeros diez años de vida.