Extremadura será la segunda comunidad --después de Cataluña-- en prohibir la práctica del tiro al pichón después de que ayer el Parlamento regional aprobase una iniciativa en este sentido presentada por Izquierda Unida y apoyada por el PSOE.

En concreto, tal y como recoge el texto de la Proposición No de Ley, la Asamblea instará a la Junta a que modifique la ley de protección de los animales, aprobada en mayo del 2002, "para establecer la prohibición total del tiro al pichón", puesto que este texto legislativo contempla la posibilidad de practicar este deporte en condiciones concretas.

La portavoz de Izquierda Unida, Teresa Rejas, explicó que la sociedad extremeña "tiene mucha sensibilidad" con una actividad en la que "se mata a un animal que se suelta para que no tenga ninguna escapatoria". A su juicio, es necesario cambiar este aspecto de una ley que a su juicio "es buena" pero deja algunos resquicios. Entre otras cosas, añadió, a diferencia de lo que ocurre en los espectáculos taurinos, en las jornadas de tiro al pichón no está regulada la presencia de menores de edad.

Desde las filas socialistas, Francisco García Ramos dejó claro que "bajo ningún concepto" puede considerarse el tiro al pichón "como una modalidad cinegética", una definición que "ningún cazador aceptaría". De esta forma, se trataría en realidad de una modalidad de tiro deportivo, para lo que, dijo, basta con el tiro al plato.

CHOQUE DIALECTICO García Ramos, que mantuvo un enfrentamiento dialéctico con el diputado popular Fernando Baselga, achacó el rechazo del PP a esta iniciativa al hecho de que el exdirigente popular Juan Ignacio Barrero sea socio de honor de un club de tiro al pichón.

Por su parte, Baselga alabó en tono irónico la importancia de la propuesta teniendo en cuenta "que es uno de los mayores problemas de Extremadura". El diputado popular recordó que la ley animal se aprobó por unanimidad y se preguntó si el hecho de aprobar esta iniciativa "absurda", similar a la de Cataluña, se debe a que el PSOE "está pagando las cuotas que debe a ERC". Baselga argumentó que hay razones "económicas y ecológicas" para que el tiro al pichón se siga practicando, ya que en caso contrario habría que prohibir también la caza del ciervo en berrea o las sueltas de perdices.

Según los datos de PP y PSOE, en la región hay dos clubes de tiro al pichón, ubicados en Mérida y Badajoz. En total se matan unas 15.000 palomas zuritas cada año en un sector que factura en torno a 45.000 euros. Los pájaros se crían en Alicante, Zamora y Toledo.