Profesionales del Servicio de Neurocirugía y un equipo de neurólogos, neurofisiólogos, neuropsicólogos y anestesiólogos del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres realizaron esta semana, por primera vez en Extremadura, el implante de un estimulador cerebral profundo para tratar la enfermedad de párkinson.

La intervención se llevó a cabo con la colaboración del personal de quirófano y radiología, y contó con el apoyo técnico del equipo de Neurocirugía Funcional del hospital de Santiago de Compostela, que se desplazó a Cáceres para la operación.

El párkinson es una de las enfermedades neurodegenerativas más frecuentes, con una incidencia de 220 casos por cada 100.000 habitantes.

En Extremadura hay registrados 3.000 pacientes y cada año se diagnostican 200 nuevos casos, según informa la Junta de Extremadura.

La mayoría de estos enfermos se tratan con fármacos, pero hace unos años se desarrolló una técnica quirúrgica que, en pacientes seleccionados, proporciona una importante mejoría en la calidad de vida, reduciendo tanto los síntomas de la enfermedad como la cantidad de medicación diaria y sus posibles efectos secundarios.

LA TÉCNICA / El método consiste en la introducción en el cerebro de unos microelectrodos que, conectados a un generador, consiguen simular la actividad neuronal que se encuentra anormalmente disminuida en el caso de estos pacientes.

Este tipo de cirugía se utiliza principalmente para tratar la enfermedad de párkinson, pero también puede aplicarse en algunas otras patologías como el temblor esencial, las distonías o los trastornos obsesivos compulsivos.

Con la introducción de este procedimiento, Extremadura entra en el grupo de comunidades autónomas que dan cobertura y tratamiento integral a este tipo de pacientes.

Además, se evitará en gran medida que los afectados tengan que desplazarse a hospitales de otras regiones para poder ser operados, sufriendo largos periodos de espera y dificultades a la hora de tratar cualquier posible complicación.