Extremadura registra 12,90 aspirantes por cada plaza de maestro ofertada, 410 en total, mientras que en 2007 hubo 9,63, en una convocatoria que contó con 612 puestos.

Según informa la agencia Efe, el número de plazas públicas ofertadas por las comunidades autónomas para el cuerpo de maestros ha descendido en prácticamente todas las regiones desde 2007 hasta 2009, aunque la media de personas que aspiran a obtener cada una de esas plazas se ha incrementado en la mayoría de ellas, como es el caso de Extremadura.

Así se desprende de un estudio realizado por la empresa de formación a distancia Master-D, que ha analizado los datos de todas las autonomías, excepto Cataluña, Navarra y el País Vasco.

Sólo cinco regiones han experimentado en estos dos años un descenso del número de personas que deberán competir por lograr una plaza: Madrid, Cantabria, La Rioja, Castilla y León y Baleares.

En el caso de Madrid, el número de plazas ofertadas se ha incrementado notablemente, desde las 3.000 de 2007 hasta las 3.500 de este año; y, sin embargo, hay menos personas que se presentarán a las oposiciones, por lo que si hace dos años había siete candidatos para cada puesto, este año hay cinco.

Caso similar al de Castilla y León, donde se han aumentado también las plazas, pero aunque en esta comunidad sí se han inscrito más opositores, el número de aspirantes por puesto ha bajado muy ligeramente.

En los casos de Cantabria, La Rioja y Baleares, se mantiene o se reduce ligeramente la oferta de puestos, pero bajan de manera más significativa los aspirantes; así, en vez de los trece cántabros que se presentaron a cada plaza en 2007, este año hay diez; en el caso de los riojanos se ha pasado de nueve a siete opositores; y en el de los baleares, de cinco a cuatro.

Por el contrario, Aragón, Extremadura y Murcia son las autonomías donde más ha aumentado el número de aspirantes a cada plaza de maestro.

Así, hay ocho aragoneses que pelearán por un puesto este año, frente a los cinco de 2007, doce extremeños frente a los nueve de 2007 y siete murcianos en comparación con los cuatro de hace dos años.