La población residente en España aumentó en 21.012 personas durante la primera mitad del año y ya supera los 46,5 millones de habitantes, con fecha a 1 de julio de 2017, con lo que se consolida el crecimiento iniciado en el segundo semestre del 2016. Ese es el balance a nivel nacional, lo que significa que mientras Extremadura no logra invertir la tendencia, en el conjunto de España la situación ya ha dado un giro que ha logrado mantenerse.

Por comunidades autónomas, el número de habitantes creció en siete de ellas y se redujo en las diez restantes, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En términos relativos, las mayores subidas se dieron en las islas Baleares (+0,84%), Madrid (+0,46%) y Canarias (+0,43%), mientras que los descensos más acusados se registraron en Castilla y León (-0,50%), Extremadura (-0,43 %), que se convierte en la segunda más perjudicada del país por la sangría demográfica, y Asturias (-0,41%).

Por otra parte, la emigración española aumentó un 8,8% respecto al primer semestre del año, aunque disminuyó un 3,2% comparado con el mismo periodo del año anterior. Los mayores receptores fueron Reino Unido, Francia y Estados Unidos.

Asimismo, los extranjeros residentes en España aumentaron en 45.376 personas de enero a julio. Por nacionalidades, destaca el incremento en términos absolutos de venezolanos (10.478 más), colombianos (8.370) e italianos (7.336). REDACCIÓN