Los años de retraso acumulado, la escasa (o nula) base que tiene la mayoría de adultos, el doblaje de las películas, el raquítico nivel de idiomas que se imparte en la escuela. Las razones por las que España, y también Extremadura, siguen ancladas a la cola de Europa en el dominio del inglés tienen orígenes diversos. El problema es que, lejos de mejorar y a pesar de los múltiples planes que han puesto en marcha las autoridades educativas, el déficit en conocimiento de lenguas extranjeras no disminuye. No porque no se esté haciendo nada, sino porque el resto de países están mejorando mucho más rápido que aquí.

Así lo señala, al menos, una de las últimas encuestas internacionales realizadas en este ámbito, el conocido como Índice de Competencia en Inglés (English Proficiency Index) de la organización Education First, en el que se toman en consideración los resultados de un millón de personas de 80 países distintos. España ocupa, en este estudio de periodicidad anual, el lugar número 28, el más bajo de los últimos siete años y uno de los más discretos de entre las economías occidentales. En Europa, solo Francia e Italia se encuentran en peores posiciones.

Y de vuelta al país, Extremadura obtiene el peor resultado de España. Ocupa el puesto más bajo de la tabla con una nota media de los participantes de 52,7 sobre 100. Le siguen Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía, con poco más de 54 puntos. En positivo destacan el País Vasco, Navarra y Asturias, donde la puntuación media es de 59.

¿Qué está fallando? ¿Por qué no despegan los extremeños ni los españoles en idiomas? Algo no funciona en las escuelas cuando prácticamente todos los jóvenes que han alcanzado un buen dominio de inglés lo han conseguido porque lo han estudiado fuera del colegio, confiesan. Academias y escuelas oficiales de idiomas, cursos y estancias en el extranjero y, más recientemente, series de moda en plataformas de televisión. Así han mejorado. El sistema educativo solo permite alcanzar niveles muy elementales, a pesar de que desde hace unos años prácticamente todas las autonomías están impulsando programas para fomentar el plurilingüismo.

292 SECCIONES BILINGÜES / En Extremadura, en el curso 2004-2005, seis centros educativos de la región comenzaron a impartir algunas asignaturas en otro idioma. En este curso ya hay 292 secciones bilingües (la mayoría de inglés) en las que se forman 26.584 alumnos extremeños de Primaria, ESO y FP (el 20% del total). Además, hay nueve centros bilingües (dos de ellos British Council) con otros 2.100 alumnos.

Este programa bilingüe requiere que los docentes que den clases en lenguas extranjeras de materias no lingüísticas (como Matemáticas, Sociales o Plástica) tienen que tener un nivel B2 del idioma (en inglés es el equivalente al First Certificate). Pero no está dando los resultados deseados. De entrada, porque la propia administración tenía problemas para encontrar a docentes con ese nivel exigido. En los últimos años, los maestros y profesores extremeños se han puesto las pilas, dese luego, aunque sigue sin ser suficiente. En Extremadura hay más de 1.900 docentes acreditados para impartir docencia bilingüe. Son maestros y profesores que tienen el nivel B2 y que además han realizado uno de los cursos de moda en los últimos años, el AICLE (Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lengua Extranjera). En solo un año se ha pasado de 91 docentes matriculados en esta formación metodológica a 474.

Sin embargo, sigue sin ser suficiente. Y ya no se habla del contenido sino del número. La región necesita más docentes capacitados para dar clases en programas bilingües, por eso la consejería quiere ahora rebajar los requisitos y pasar del AICLE (50 horas de formación), exigiendo solo un nivel B2, como ocurría hace años. Además, y pese a las reticencias de los sindicatos, también platea eliminar las convocatorias de habilitación para los docentes interesados en impartir clases en otra lengua.

Más allá de la formación del profesorado, expertos también reconocen que existe un problema con la base linguística que arrastran los alumnos. Lo evidencian los datos, Extremadura necesita mejorar en Inglés.