Extremadura es una comunidad autónoma puntera a la hora de ayudar y ser solidarios. Prueba de ello es que la región fue el año pasado la que más donaciones de sangre registró en toda España, con un total de 48.206 bolsas. En los últimos diez años las donaciones han subido un 5% y el mejor dato se registró en el 2012 con 50.633 bolsas de sangre. José María Brull, director del Banco de Sangre de Extremadura, destaca que en el año 2002 se experimentó un gran cambio en la región al crearse el Banco de Sangre, un centro que unificaba todo el proceso de recogida y además se encargaba de la distribución del material a todos los puntos de la comunidad.

En este sentido, Brull afirma que antes de que se pusiera en marcha la institución, Extremadura tenía dificultades en demanda de sangre. Los grandes hospitales como el Infanta Cristina de Badajoz o el San Pedro de Alcántara de Cáceres no tenían tantos problemas, pero en los hospitales pequeños como los de Mérida u otras ciudades encontraban muchas dificultades para poder abarcar sus necesidades de sangre. «Una de las grandes medidas que tomó la Junta de Extremadura cuando asumió las competencias de Sanidad fue establecer un Banco de Sangre regional porque eso permitía a los hospitales pequeños que no pasaran dificultades con la sangre», señala Brull.

La comunidad pasó así de tener dificultades en algunos puntos a ser una de las que mejores resultados tiene. Hoy en día, Extremadura registra entre 47.000 y 50.000 bolsas de sangre que, según Brull, «es lo que necesitamos actualmente». «La región, por la capacidad de su gente y la generosidad de sus donantes puede aumentar el número de donaciones sin mayor problema», sostiene. A su juicio, esto será necesario en un futuro cuando el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres empiece a realizar trasplantes de médula ósea, por lo que la gente «responderá echando una mano y esto es lo que nos diferencia de otras comunidades». Ante esta situación venidera, avanzó que se necesitarán más medios ya que con el personal actual no será posible abarcar, pero «donantes hay de sobra».

Extremadura está posicionada desde hace cinco años entre las cuatro comunidades autónomas del país que más sangre donan. El director del banco de sangre se muestra muy positivo porque, aunque no tiene las cifras por autonomías, le consta que «en el conjunto nacional han bajado un poco» las donaciones y en la región han subido.

Colaboración

Ante este alto volumen de donaciones (48.206 en 2017), Extremadura se muestra colaborativa con otras regiones, de hecho, en años anteriores «se ayudó a Madrid y se volvería a ayudar a esta o cualquier otra comunidad si así fuese necesario». Puntualmente se siguen realizando intercambios, pero no como antes, ya que según Brull, «era casi semanal».

Actualmente, el banco de sangre cuenta con 45 trabajadores, de entre ellos, cuatro médicos y 16 enfermeros que están desarrollando sus funciones en la calle, divididos en cuatro equipos, de los cuales tres se distribuyen a lo largo de toda la región para que siempre quede uno descansando. Asimismo, cuentan con un servicio externo con funciones de distribuidores de sangre a los diferentes hospitales de la región comprendidos por cuatro equipos que realizan rutas estipuladas de antemano para reponer en las diferentes zonas.

La institución cuenta con unos procedimientos que aseguran que la sangre cumpla siempre los parámetros que deben de tener. Brull comenta que en los años de actividad del Banco de Sangre de Extremadura no se ha tenido constancia de que se haya producido «ningún tipo de contagio» con la sangre que administran, aunque si ocurriese, debido a que «el riesgo cero no existe», sabrían quién habría sido.