Un total de 32 homicidios se cometieron el pasado año en la comunidad autónoma de Extremadura, de ellos 26 en la provincia de Badajoz y seis en la de Cáceres, según se desprende de una respuesta parlamentaria del Gobierno a una pregunta del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados sobre el número de homicidios registrados en el año 2003.

En el conjunto del país, la comunidades autónomas de Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid concentraron el 50% de los homicidios que se produjeron el año pasado, con un total de 632 de los 1.293 que se registraron en España, en tanto que Alicante fue la provincia con mayor número de homicidios, con un total de 106.

Andalucía es la región en la que se produjeron más homicidios, con 297, seguida de la Comunidad Valenciana, con 179, y Madrid, con 156. Aparte de que puedan tener un índice de criminalidad mayor, el elevado número de homicidios en estas comunidades autónomas se explica también porque son las más pobladas del territorio nacional.

Asimismo, en Cataluña se produjeron el año pasado 122 homicidios, en las Islas Canarias 101 y, a mayor distancia, Castilla-La Mancha con un total de 61 homicidios. Por el contrario, La Rioja fue la comunidad autónoma en la que menos homicidios se produjeron, ocho, seguida por Cantabria con diez, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con diez y siete homicidios, respectivamente.

POR PROVINCIAS Por provincias, Alicante registró el mayor número de homicidios el año pasado, con 106 de los 179 que se produjeron en la Comunidad Valenciana, seguida de Barcelona, con 89, y Sevilla, con 84. Por el contrario, Soria fue la provincia con menor número de homicidios, con uno solo, por delante de Zamora con dos, Teruel y Segovia con tres cada una, Palencia, Valladolid, Guadalajara y Alava con cuatro, y Avila con cinco muertes, según consta en la información facilitada al Grupo Parlamentario Social.

Por otro lado, la responsable del área de Violencia y Menores del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, Teresa Farnós, reconoce que "los asesinatos u homicidios de menores a mano de los progenitores no son frecuentes debido al vínculo emocional y biológico entre víctima y agresor". De hecho, aseguró esta experta, "los datos sobre homicidios revelan que sólo en el 1,8 por ciento de los casos hay vínculo de sangre".