Hace más de 30 años que estamos hablando de la comunicación Lisboa-Valencia por Extremadura. Y ésta se para aquí mismo, muy cerca de Mérida, por una parte y en Ciudad Real por la otra». Fueron las palabras ayer en la capital extreme- ña del conseller valenciano de Hacienda, Vicent Soler.

El político visitó Extremadura para firmar junto con su homóloga extremeña, Pilar Blanco-Morales, una declaración conjunta entre ambos gobiernos regionales sobre la financiación autonómica. Pero no quisieron dejar pasar la oportunidad de escenificar que ambas comunidades van de la mano a la hora de exigir que la autovía Badajoz-Levante deje de ser una reivindicación histórica para convertirse en realidad. Soler preguntó irónicamente por qué la autovía «se evapora y desaparece al llegar a Ciudad Real». E insistió que el eje este-oeste a la altura de esta ciudad es «muy importante». «Con todo el nuevo sistema de comunicaciones intercontinentales y los puertos marítimos que hay -continuó-, sería una importante actividad económica para Extremadura estar en el centro de esa serie de corredores de comunicación y no al margen».

Y agregó: «España no se acaba más allá de la M-50, sino que hay más vida». Blanco-Morales suscribió cada una de las palabras de su colega valenciano y añadió, refiriéndose a la N-430 que llega hasta Ciudad Real (que se convierte en el enlace hasta Levante), que «resulta inconcebible que a estas alturas del siglo XXI no se aborde la comunicación de Valencia con Extremadura con carreteras al menos del siglo XX, pues sigue habiendo infraestructuras del siglo XIX». «La comunicación de la Comunidad Valenciana con Portugal -insistió- pasa por Extremadura. Es algo fundamental que no nos cansaremos de repetir».

MANIFESTACIÓN / Habría que recordar que la última manifestación por una N-430 «digna y segura» tuvo lugar el pasado mes de abril. Centenares de personas se manifestaron en Santa María para exigir el desdoblamiento en autovía de esta carretera. Para la consejera extremeña de Hacienda, esta carencia de servicios debe incluirse como parte del debate del sistema de financiación al tratarse de infraestructuras estatales. Además, recalcó que «la inversión pública del Estado no puede seguir parada en comunidades como Extremadura pues compromete su presente y futuro».

No obstante, Blanco-Morales quiso aclarar que este tipo de cuestiones y problemas no se pueden abordar desde la confrontación de territorios, porque «el centro de toda la polí- tica son las personas, los empresarios». Cambio de mentalidad / El conseller valenciano abundó en la idea de que en política territorial, en materia de infraestructuras, «hay mucho que cambiar en la mentalidad de los que diseñan en el Paseo de la Castellana esas inversiones para, justamente, poder contribuir a reforzar la dinámica económica de todas las partes de España. Y no solo una parte». Vicent Soler abogó por aplicar «una lógica de retorno económico» para que el desarrollo de determinadas regiones no se vea mermado. Una vez más, el mal estado de las infraestructuras con que cuenta Extremadura, en el punto de mira.