La discriminación salarial continúa siendo una realidad. Las mujeres siguen cobrando --por norma general-- menos que sus compañeros varones pese a asumir tareas similares. Pero esto está cambiando poco a poco. En el caso de Extremadura, la brecha entre sueldos se ha reducido a menos de un 5% en los últimos años, de acuerdo con los distintos datos que ayer aportó el Ministerio de Igualdad. Esto convierte a Extremadura en la comunidad autónoma con menor desigualdad retributiva por motivo de género.

"La brecha salarial es una anomalía que una economía moderna y competitiva no puede permitirse", subrayó ayer la ministra del ramo, Bibiana Aído, durante la presentación en Madrid de dos estudios sobre este asunto. La titular de Igualdad subrayó que la diferencia entre ambos sexos se ha situado a nivel nacional por debajo del 16%; es decir, las mujeres cobran de media en España el 84% del salario de los hombres. La brecha sigue siendo "amplia", como reconoció Aído, pero ha ido rebajándose progresivamente en los últimos años. Así, mientras en el 2004 el margen de diferencia era de 20 puntos porcentuales, en el 2008 se había reducido a 16.

Más importante ha sido el avance a nivel autonómico. Según reflejan las estadísticas, a mediados de los noventa Extremadura tenía la brecha salarial de género más amplia del país: las extremeñas percibían un 31% menos que sus compañeros --es decir, su sueldo por hora trabajada equivalía al 69% del de ellos--. Ahora, de acuerdo con los datos correspondientes al 2008, ese margen diferencial es inferior al 5%. Todas las demás regiones presentan tasas superiores y son las comunidades más desarrolladas las que muestran las mayores diferencias salariales entre géneros: Comunidad Valenciana, País Vasco, Madrid, Cataluña o Navarra, entre otras --todas con brechas superiores al 18%--.

Según explica Teodora Castro, secretaria de la Mujer del sindicato CCOO en la región, hay tres factores --los bajos salarios, las altas tasas de temporalidad y el escaso peso de la industria y los servicios de mayor valor añadido en la economía extremeña-- que son determinantes para que la diferencia salarial sea menor en Extremadura que en otras comunidades autónomas. Además, recuerda que las discriminaciones de género siguen situando a las mujeres en "peores empleos, más precarios y con menor valor social". "Seguimos teniendo una tasa de actividad 10 puntos por debajo de la masculina; una tasa de paro casi 10 puntos por encima de la masculina, y 11 puntos mayor en la tasa de temporalidad", subraya Castro.

En cuanto a la reducción de la brecha salarial, Angeles Saller Alonso, coordinadora de uno de los estudio presentados ayer, señala que "es posible" que esté influyendo un aumento proporcional más elevado de la retribución media de las mujeres frente a los hombres, pero también factores como la crisis económica, la incorporación de los empleados públicos a las encuestas salariales y la entrada en vigor de la Ley de Igualdad.