Un equipo de artistas de la delegación aragonesa de Payasos Sin Fronteras, entre los que se encuentra el extremeño Juan Carlos Margallo, va a viajar al Kurdistán iraquí, donde permanecerá del 11 al 27 de abril para atender a la infancia refugiada y hacer reír a miles de niños kurdo y sirios.

El objetivo de la expedición es proporcionar apoyo emocional y psicológico a través de la comicidad y las artes escénicas a la infancia que sufre las consecuencias del conflicto bélico, informa la organización.

Los artistas de la delegación aragonesa de PSF, Patricia Coronas, Javier Franco, Arturo Monteagudo y el extremeño Juan Carlos Margallo, llevarán a cabo una gira de actuaciones en el Kurdistán del sur iraquí, territorio que abarca el noreste de Irak.

Los artistas expedicionarios recorrerán la zona y harán parada principalmente en Erbil, Dohuk y Suleimaniya para atender a la población civil refugiada y desplazada.

Dentro de la programación está previsto que el equipo realice una treintena de actuaciones basadas en el lenguaje común del circo y de la sonrisa.

Además, como profesionales de las artes escénicas, pondrán en marcha una línea de acción formativa con herramientas para jóvenes y trabajadores de ONG que trabajan con niños desplazados y un par de talleres para niños.

El conflicto de Iraq es una de las principales causas de que haya más de 3,2 millones de desplazados internos en el país desde enero de 2014, recuerda la citada nota.

La mayoría de los desplazados viven fuera de los campamentos, con familiares o en las comunidades de acogida, buscando refugio a su suerte.

A pesar de que los asentamientos organizados como el de Dohuk ofrecen servicios básicos y un entorno seguro, a muchos niños que han sufrido los traumas de la guerra y los han separado de sus familias, les cuesta mucho trabajo superar el miedo y la ansiedad.

Además del conflicto iraquí, debe añadirse la guerra de Siria, que ha dejado millones de refugiados más en sus países vecinos como Irak, hecho que incrementa aún más la cifra de personas refugiadas en el país.

Por este motivo, Payasos Sin Fronteras sigue atendiendo a estos centenares de miles de niños y niñas, e intenta proporcionarles apoyo psicológico y moral a través de las artes escénicas y la comicidad.