Los extremeños son de poco comer o, al menos, comen menos que la media de los españoles. El último informe del consumo de alimentación en España, referente al 2015, elaborado por el Ministerio de Agricultura señala que cada extremeño consume 610 kilos de comida al año, el dato más bajo del país, frente a los 656 del conjunto estatal, lo que supone hasta 50 kilos menos. Los más glotones del país son catalanes, cántabros y baleares, con un consumo anual por habitante superior a los 700 kilos de alimentos. Lidera el ranking Cataluña con 723 kilos por persona y año. Los datos referentes solo al primer semestre del 2016 van en la misma línea: 336 kilos en Extremadura frente a los 380 de media en el país.

«Hay que tener en cuenta que Extremadura es la región con menor gasto medio por hogar en España, con 9.033 euros al año por persona y apenas destina el 16% del presupuesto familiar a la compra de alimentos y bebidas», explica Luisa Muñoz Salvador, presidenta de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Extremadura (Adiex). A su juicio, más que la cantidad total que se ingiera, lo relevante es qué alimentos se consumen. «El dato positivo de Extremadura es que se consume menos comida basura que en otras comunidades y, por tanto, hay una mayor adherencia a la dieta mediterránea que es más saludable», cuenta.

Según los datos que arroja el informe del ministerio, esta experta considera que el consumo de cereales, cereales integrales y patatas, verduras, hortalizas y legumbres «está por debajo de las recomendaciones», mientras que el de lácteos, pescados, carnes magras, huevos, grasas, dulces y embutidos se sitúan por enciman de lo recomendado para llevar una dieta saludable. «Los grupos de alimentos que se ajustan mejor a lo que se recomienda son los de frutas, aceite de oliva y girasol y frutos secos», aprecia.

Destaca principalmente la ingesta de carne: cada extremeño consume más de 44 kilos al año -la media nacional está en 50 kilos - y la mayoría procede del cerdo. «Hay un alto consumo de carne de cerdos sobre todo en hogares formados por parejas con hijos así como las parejas adultas sin hijos. Respecto al pescado congelado, Extremadura es una de las comunidades de mayor consumo, en detrimento del pescado fresco», advierte Muñoz.

Otros aspectos que destaca esta nutricionista es una elevada ingesta de patatas frescas: 20,6 kilos por extremeño al año; pero también ha crecido el consumo de bebidas refrescantes y tés con sabor a limón: 26 litros anuales. El consumo de bebidas de alta graduación como la ginebra y el whisky también es mayor respecto a años anteriores.

«Por edad, son los más jóvenes los que más han cambiado su forma de cocinar y de comprar para aprovechar mejor los productos y contribuir al ahorro, mientras los mayores de 55 años son los que menos han cambiado sus costumbres», aprecia.

Otro de los alimentos preferidos por los extremeños es la leche, uno de los pocos productos en los que el consumo en Extremadura es superior a la media nacional. Los extremeños beben 81 litros de leche, según el informe del 2015, lo que supone ocho más que la media (73 litros). «Sin embargo, los hábitos de consumo de leche han variado en el último año, reduciéndose el consumo de leche entera y desnatada e incrementándose el consumo de leche semidesnatada con respecto a años anteriores. Precisamente esta nueva preferencia se debe a las recomendaciones generales sobre el tipo de leche a consumir para reducir el aporte de grasas saturadas de la dieta y contribuir a la disminución del peso corporal en individuos obesos».

La experta nutricionista recuerda que la dieta mediterránea es el mejor modelo para mantener una buena salud. «Para tener una alimentación equilibrada y saludable la dieta ha de ser variada, rica en verduras, frutas, cereales y legumbres con lácteos preferiblemente semidesnatados o desnatados, con un consumo moderado de sal y de azúcares, evitando las bebidas alcohólicas y los refrescos azucarados, incrementando el consumo de pescados y disminuyendo el de carnes rojas. Utilizar el aceite de oliva como grasa principal, beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día y no nos olvidemos de practicar ejercicio físico todos los días».