La edad media para casarse en Extremadura ha aumentado en cuatro años desde 1975, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, hace tres decenios los extremeños contraían matrimonio con menos de 27 años, pero ahora tardan más en decidirse, y no lo hacen hasta casi haber cumplido los 31. Por su parte, las extremeñas de 1975 se casaban con poco más de 24 años y medio, y ahora llegan al altar, el juzgado o el ayuntamiento con casi 29 años.

Los datos revelan también que este fenómeno demográfico está lejos de detenerse. Es más, todo apunta a que los novios y novias seguirán envejeciendo . De este modo, la edad media para el matrimonio apenas aumentó en un año entre 1975 y 1994. Este mismo salto de un año, que tardó en darse dos decenios, se produjo entre el 2001 y el 2005.

Con todo, la edad para la boda en Extremadura continúa siendo menor que en la media nacional. Según el INE, hace 30 años los españoles se casaban con una edad media de 27 años, y ahora superan los 31 años y medio. Mientras, las españolas contraían matrimonio casi recién cumplidos los 24, y en este momento superan de sobra los 29 años cuando se casan.

MENOS BODAS A esta situación se une el hecho de que cada vez hay menos parejas que deciden dar el paso y oficializar su relación. Si Extremadura contaba en 1975 con una tasa de matrimonios por cada mil habitantes de 5,3, en la actualidad este índice ha caído justo un punto. Además, la caída se ha producido en los últimos 20 años, ya que hasta mediados de los ochenta se incrementaron los matrimonios.

En la media española este fenómeno está mucho más acentuado. Se partía de una tasa de nupcialidad por mil habitantes mayor que la extremeña, del 7,6, que ahora ha caído casi tres puntos, aunque continúa por encima de la que se da en la región.

Pero el cambio de estilos de vida no sólo a afectado a la decisión de casarse o no y, en caso de optar por el matrimonio, a qué edad. También en la maternidad se ha vivido una variación.

De este modo, la edad media a la que las extremeñas deciden tener hijos ya se sitúa casi en los 31 años. Al mismo tiempo, las familias numerosas, ya en crisis hace tres decenios, ahora son auténtica excepción. Ya al final de la dictadura el baby boom era historia, y el número medio de hijos por mujer había quedado en 2,5. Desde entonces no ha parado de caer, y en el 2005 --último año del que ofrece datos el INE-- está en 1,3, lo que amenaza con invertir la pirámide de población, al sumarse el hecho de que las personas cada vez viven más años.

De la evolución de indicadores como edad para el matrimonio y tasa de nupcialidad se ha derivado otro fenómeno, igualmente llamativo. Hace 30 años apenas el 1% de los niños extremeños nacía de una mujer no casada. En estos momentos, esta tasa se ha disparado y uno de cada cinco nacidos en Extremadura es de madre soltera.