Con una sola aplicación en el móvil y sin necesidad de disponer de internet puede conocer todos los entresijos de una ciudad, buscar un lugar para dormir, un monumento que visitar o un restaurante para almorzar. Y esto podría ser posible en cualquier ciudad del mundo gracias al proyecto de un grupo de jóvenes emprendedores iniciado en la Universidad de Extremadura (Uex): Sandwatch Studio. Lo que empezó como una spin-off en la Uex se está convirtiendo en un proyecto empresarial de futuro, en plena búsqueda de financiación para poder expandirse.

El proyecto se centra en brindar soluciones tecnológicas para las ‘smart cities’ y entre ellas destaca una aplicación móvil matriz a la que se le pueden añadir otras aplicaciones como TripAdvisor o Airbnb, de tal manera que solo con un click se pueda obtener toda la información necesaria sobre una ciudad y sin disponer de conexión. ¿Cómo es posible? A través de la colocación de las balizas patentadas por los jóvenes extremeños en varios puntos de las ciudades. «Estas balizas emiten una señal wifi o bluetooth, en un radio de 200 metros, que permite a los usuarios sin conexión recibir información pública, como por ejemplo una audioguía del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida así como usar otras aplicaciones de corte turístico. Así, la persona va por la ciudad paseando y a través de la aplicación madre le va saltando información de los sitios más importantes que se potencian de cada lugar en base a sus organismos turísticos y todo esto, además, sin internet y en el idioma nativo de su móvil», explica Adán Matallana, uno de los últimos socios.

Y es que aunque la idea surgió de jóvenes extremeños, la empresa se está poniendo en marcha con otros emprendedores de Valladolid que se han trasladado a Mérida para avanzar en el desarrollo de Sandwatch Studio. «El mercado objetivo son los municipios de más de 50.000 habitantes que necesitan dar salida a la información pública en una sola plataforma, pero que además sea una información adaptada a cada usuadio (idioma, sistema operativo, edad,...)». La primera ciudad que cuenta con algunas balizas es Mérida, gracias a un proyecto con el Museo Nacional de Arte Romano, y ya están en contacto con otros ayuntamientos como los de Baleares, A Coruña o País Vasco para ofrecer el sistema pero adaptándose las funcionalidades. «Por ejemplo, en el caso de las islas tenemos la idea de colocar las balizas en el mar y que cuenten con sensores para detectar el tráfico de barcos», señala Matallana. En los próximos meses el objetivo es lograr clientes fuera de España y llegar a algunas de las ciudades más inteligentes de Europa como son Estocolmo o Viena.

Una vez desarrollado el sistema, lo que buscan es financiación para implementarlo en las principales ciudades del país, mientras avanzan en otras iniciativas porque «nuestra visión de empresa no tiene que ver únicamente con la venta de balizas y aplicaciones móviles», dicen. Todo se ha creado a través de una idea: montar un negocio dedicado al diseño y creación de soluciones tecnológicas para la vida cotidiana. Entre sus objetivos están crear unas líneas de productos relacionadas con la logística, las renovables y el tratamiento del big data. «La idea es que cualquiera pueda usar nuestras aplicaciones de forma gratuita y cada día que entres vas a encontrar nuevas funcionalidades», dice Ismael Alonso, uno de los fundadores esta ‘start up’ junto a Juanjo de Hoyos y Eduardo Velasco.