Por un camino adornado con farolillos rojos se accedía ayer al Palacio de Cristal, del hotel Río de Badajoz, donde la Asociación Nacional en Defensa del Niño (Andeni) organizó la fiesta de bienvenida al Año Nuevo Chino, el de la Rata. Casi 200 niños (en su mayoría niñas) con sus padres y familiares participaron en una jornada de convivencia, en la que hubo juegos, atracciones, teatro y sobre todo encuentros entre familias extremeñas que comparten haber ido a China a buscar a algunos de sus hijos. Con la fiesta de ayer se pretendía mantener el contacto con sus orígenes culturales.

Amelia Fernández colabora con Andeni, es madre de dos niñas chinas y está en trámites para una tercera adopción. Como la mayoría de los padres allí reunidos, esta mujer no quiere que sus hijas pierdan sus raíces. "Ellas son chinas. nosotros incluso estamos buscando que les enseñen chino y yo haré todo lo que esté en mi mano para que sepan todo lo posible sobre su país de origen".

En Extremadura se han producido más de 290 adopciones de niños chinos. El presidente de Andeni-Extremadura, José Reiné, explicó que los criterios de selección de los padres se han restringido por parte del Gobierno chino para intentar solucionar al exceso de peticiones de adopción. Se da el fenómeno curioso de que hay muchas familias con más de una niña y otras pendientes de volver de nuevo. "El proceso de adopción con China nos parece tan fiable y es tan riguroso que nos invita en cierto modo a seguir con la tramitación de adopciones", señaló.

Amelia no necesitó pensar la respuesta para calificar su experiencia. "Buenísima --dijo emocionada--, encantadora, supergenial y maravillosa". Recalcó que sus sentimientos son los de cualquier madre. Elena es la pequeña, tiene 3 años y llegó con 10 meses. María tiene 5 años y vino con 7 meses. Ninguna necesitó periodo de adaptación y afirma convencida que no han tenido problemas de integración, ni por su parte ni por quienes las rodean.

A la fiesta de ayer acudió el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Badajoz, Consuelo Rodríguez Píriz. Vara tuvo una intervención institucional, pero lo hizo como padre de familia y pidió a las familias allí presenten que sepan transmitir a sus hijos "valores" para que en el futuro sean "gente de bien". "Nada es comparable con ver crecer a un hijo", señaló y refiriéndose a las niñas que lo observaban inquietas dijo que son "extremeñas, de ojos rasgados, pero con acento extremeño".