La Unidad I de la Central Nuclear de Almaraz está de nuevo parada. Un problema en su generador eléctrico, que acaba de estrenar nuevos dispositivos --como el alternador o la excitatriz--, obligó a desacoplar la unidad de la red eléctrica a última hora de la tarde del jueves, según informaron ayer fuentes de la propia planta energética y del Consejo de Seguridad Nuclear, que ya ha descartado que el incidente haya supuesto ningún tipo de daño ni riesgo para los trabajadores, la población o el medio ambiente.

En torno a las 20.40 horas del jueves, los operarios de la central detectaron humo en la caseta de uno de los componentes del generador. Concretamente fue en la zona de la excitatriz --mecanismo embobinado que contribuye a la creación del campo magnético para la generación de electricidad--. En ese momento los responsables de sala de control de la unidad --Almaraz tiene dos unidades de producción, una por cada reactor-- decidieron proceder a la parada manual del reactor. Es decir, se detuvo completamente su funcionamiento y se dejó de producir electricidad. Al entrar en parada, el humo desapareció.

Los primeros indicios apuntan a un sobrecalentamiento. No obstante, al cierre de esta edición todavía no se conocían las causas precisas del suceso, según explicó Aniceto González, responsable de Relaciones Institucionales de la Central de Almaraz. De hecho, equipos técnicos propios y de la compañía Siemens, que ha sido la fabricante de los nuevos componentes, trabajaron durante todo el día de ayer en la inspección del generador y las líneas eléctricas. También lo harán durante todo el fin de semana: con pruebas en la excitatriz, el alternador, el rotor y otros elementos. Por ello, tal y como confirmó González, la unidad I estará parada al menos hasta el lunes, aunque la central seguirá produciendo energía con su segundo reactor.

Este incidente cobra importancia si se tiene en cuenta que durante los últimos tres meses y medio se ha realizado un importante cambio en la unidad I. Exactamente, se ha aumentado su capacidad de producción, pasando de 980 megawatios de potencia instalada a cerca de 1.050. Para ello la central ha invertido cerca de 30 millones de euros, con hitos como la construcción in situ de un nuevo alternador eléctrico, algo que nunca se había hecho en la historia de la industria nuclear.

CADENA DE PROBLEMAS Pero además, este suceso se suma a la lista de problemas que han ido surgiendo durante el proceso de operaciones del aumento de potencia. Así, primero fue la demora del Ministerio de Industria en aprobar esta mejora --lo que obligó a alargar varios días la parada por recarga (35 más de los 40 inicialmente previstos)--. Después, el 29 de diciembre, fue un cortocircuito en el transformador de media y baja tensión del edificio eléctrico --aunque en ese momento la planta aún estaba parada--. Tras una fase de pruebas, la unidad I se acopló a la red el día 18 de enero, aunque aún no había conseguido alcanzar totalmente su nueva potencia. "Habíamos llegado a los 1.040 megawatios, nos quedaba un 2% para llegar al 100%", señaló el responsable de Relaciones Institucionales.

También hay que recordar que a mediados de noviembre del año pasado la otra unidad, la dos, ya sufrió un problema en la excitatriz que obligó a cambiar algunos componentes del generador.