Que el Curso de Adaptación Pedagógica (CAP) ya ha desaparecido es bien sabido, pero que el nuevo título que le sustituye, el Máster en Formación del Profesorado, no comenzará en octubre tal y como estaba previsto es menos conocido. La exigencia del Ministerio de Educación para su entrada en vigor este año es la principal culpable de que este nuevo título retrase su estreno, que además ha tenido que ceder en algunas de sus medidas para poder establecerlo este año: Solo será obligatorio la presencialidad a un 65%, frente al 80% que será después y el inicio puede prolongarse hasta enero del 2010.

"No sabemos la fecha exacta de inicio aún pero yo confío en que no se retrase más de mes y medio, que es un tiempo recuperable", explica el vicerrector de Planificación Académica, Javier Grande. El principal problema para su puesta en marcha es la alta demanda de alumnos y la consiguiente contratación de más profesorado, según el vicerrector. "Vamos a retrasarlo lo mínimo imprescindible. Estamos buscando la manera más rápida pero académicamente estamos preparados para empezar el 2 de noviembre si tuviéramos el número de alumnos que preveíamos". Esta cifra rondaba una horquilla máxima de 300 alumnos, con una media de unos 200, pero la realidad ha doblado esta cantidad. "En número de prescripciones superamos los 400 alumnos".

Para poder cumplir con las exigencias del nuevo título en el tiempo y poder así facilitar a los estudiantes su concurrencia a las Oposiciones al Cuerpos de Profesores de Enseñanza Secundaria, que se celebrarán sobre junio, "habrá que articular horas presenciales por trabajos dirigidos", dependiendo de la exigencia de la Administración central. Este asunto está por determinar. "Bien pueden pedir que los que concurran a las pruebas estén en posesión del título antes del examen o antes de iniciar su puesto en septiembre", asegura el vicerrector. Una exigencia, la primera, establecida en convocatorias anteriores, que refiere al artículo 100.2 de la Ley Orgánica 2/2006 de Educación que permite a las Administraciones educativas establecer los convenios oportunos con las universidades para la organización pedagógica y didáctica de la docencia.

"Hay que tener en cuenta que la mayoría de los alumnos son licenciados y que por tanto no necesitan cursar las nueve asignaturas , siete de ellas presenciales, de que se compone el máster", asegura Grande. Se les pueden llegar a convalidar hasta cuatro materias dependiendo de la especialidad. Los diplomados e ingenieros técnicos sí están obligados a cursar las nueve. Para acelerar el estreno de este título de posgrado, usarán una "vía más rápida" de contratación de docentes --el proceso normal suele durar hasta tres meses-- y aún no está cerrado el plazo de matrícula.

Esta situación no se ha dado en ninguna otra formación de postgrado en la Uex, como confirma el vicerrector. A pesar de que se trata de un hecho aislado, el vicerrector asegura que no ha habido suficiente información sobre el nuevo título en la universidad, "ni en esta ni en la mayoría del país, es una deficiencia. El máster ha estado condicionado por cambios de la Administración que nos han ido alterando", dice.

Aparcando las incidencias, Javier Grande considera que el cambio del CAP "da más herramientas profesionales". "El máster multiplica por cinco la formación que se estaba dando antes, de 300 horas de formación se pasa a 1.500 o 1.800", explica. "Es más serio y está más orientado a solucionar la deficiente formación de entrada de los nuevos profesores", concluye.