Luis Montero Vargas-Zúñiga, abogado encargado de la defensa de Juan Gil, presunto asesino de Matilde Agreda en la residencia de ancianos de Almendralejo, emitió ayer un comunicado de los familiares del detenido. En él, los Gil lamentan el trato que está recibiendo el presunto autor del crimen, ya que se está sometiendo al detenido Juan Gil Delgado a un "juicio paralelo".

En el mismo comunicado, la familia del presunto asesino asegura "estar asistiendo consternada a las innumerables declaraciones que personas, bien cercanas a la familia de la tristemente fallecida, bien relacionadas de distintas formas con el hecho, están efectuando en los diferentes medios de comunicación".

Por todo ello, advierte de que "ejercitará ante los tribunales de justicia las acciones civiles y penales que considere necesarias respecto de las personas cuyas declaraciones y actuaciones entienda injuriosas y calumniosas en relación con unos hechos que se encuentran subiudice".

Los familiares del detenido anuncian que no realizarán más declaraciones públicas porque "sólo haría que se completara el juicio paralelo que en estos momentos se está efectuando en contra del señor Gil Delgado, juicio paralelo que entendemos perjudica enormemente el normal desarrollo de la justicia. La familia confía absoluta y totalmente en la justicia y entiende que este desgraciado caso donde debe de resolverse es en los tribunales de justicia y no en los medios de comunicación".

Mientras, como ya adelantó ayer este diario, Juan Gil Delgado continúa ingresado en el área hospitalaria del centro penitenciario de Badajoz, tras ser detenido el pasado lunes en Almendralejo y tomársele declaración.

GERIATRICO Por su parte, un grupo de residentes del centro Nuestra Señora de la Piedad ha calificado de "absurda e improcendente" la denuncia que los familiares de la fallecida Matilde Agreda Sánchez aseguran que van a presentar contra el geriátrico. En un comunicado que apoyan varios residentes, con Antonio Román a la cabeza, los ancianos explican que "sucesos como éste son inevitables, así como la posibilidad de que algún residente tenga en su habitación navajas o cuchillos, ya que los utilizamos para cortar fruta u otro artículo alimenticio".

El escrito de los mayores continúa diciendo que "se debe considerar que ésta es nuestra casa actualmente, y como tal tenemos libertad para salir y entrar sin restricciones; no estamos en régimen de vigilancia policial y, por supuesto, deseamos seguir con la libertad a que tenemos derecho, y que aquí (en la residencia) nunca se nos ha negado".