La emoción desbordó ayer la terminal del aeropuerto de Talavera, con la llegada del primer gran contingente de la Agrupación Táctica Española en Kosovo, zona que ha vivido un sangriento brote étnico en el último mes. Cientos de familiares recibieron como auténticos héroes a los soldados extremeños, al mando de un capitán, con pancartas y gritos de "bienvenidos" cuando a la hora prevista, 17.20, tomaba tierra un Boeing 737 de Air Europa.

Este primer gran grupo formado por 124 personas --47 volvieron en tres vuelos anteriores-- fue recibido por el jefe accidental de la Base de Bótoa, Juan Nardiz, quien les dio la bienvenida en nombre del general de la Brigada, Fulgencio Coll, que se encuentra actualmente al mando de las tropas españolas en Irak.

"Quiero expresaros en su nombre nuestra satisfacción porque habéis cumplido bien la misión y nos sentimos orgullosos", dijo el coronel. Y añadió que "quiero felicitaros y expresaros la alegría que tenemos todos por que os reincorporéis".

ABRAZOS Y BESOS Una vez rota la formación, los soldados corrieron a abrazar a sus familiares. El reencuentro fue muy emotivo: abrazos, llantos, besos a hijos, esposas, padres, novias y novios, y muchos nervios entre quienes llevaban seis meses esperando la vuelta. Y con especial intranquilidad los últimos días, por los disturbios surgidos de forma inesperada y que causaron el retraso del calendario de regreso.

El capitán Aguilar, que venía al mando del contingente, preguntado por el estado de los que aún se quedarán unos días en Kosovo, afirmó que "tienen ganas de volver, pero quieren dejar bien hecho su trabajo para el relevo", la Brigada de Caballería Castillejo II. También señaló que los habitantes de Istok, donde están las tropas extremeñas, han expresado temor por su marcha "porque dicen que los españoles dan tranquilidad a la zona". Una zona donde apenas se han dejado sentir los disturbios que en otros lugares del país se han cobrado una docena de muertos.

La terminal del aeropuerto pacense, mientras los soldados esperaban y recogían sus equipajes, se convirtió en una olla de emociones apenas contenidas y, a la vista del estado de ánimo de todos los presentes, contagiosas.

De los 620 miembros de la Brigada Extremadura que fueron a Kosovo y que han colaborado en mantener la paz y el orden desde septiembre del 2003, aún tienen que volver cerca de 500 en sucesivos vuelos los días 31 de marzo, 7, 9 y 10 de abril, el último con el jefe de la agrupación, el coronel Luis Martín Aragonés, que un día antes hará el traspaso de autoridad.

En cuanto a las tropas de Irak, se espera que comiencen a regresar casi coincidiendo con los últimos vuelos procedentes de Kosovo, aunque todavía no hay una decisión tomada al respecto, según fuentes militares.