La presidenta de la Asociación Regional Parkinson Extremadura, Eulalia Garrido Lexént, reclamó ayer en Mérida a la Consejería de Sanidad y Consumo más "fuentes de financiación" para atender a los, aproximadamente, 2.000 extremeños que sufren esta enfermedad, de ellos sólo unos 900 censados con certificados de minusvalía.

Garrido Lexént, que participa en el I Encuentro Nacional de Asociaciones de Parkinson que se desarrolla en la capital extremeña, explicó que, a pesar de los avances "muy importantes" experimentados en los últimos años en la atención a las personas con discapacidad, aún es preciso que las administraciones públicas, en concreto la Junta, se impliquen más, especialmente mediante la dotación de recursos económicos, informa Efe.

Estos recursos, señaló, deben destinarse a proporcionar a los enfermos tratamientos farmacológicos y rehabilitación integral, en concreto programas de logopedia, masajes terapéuticos, fisioterapia, terapia ocupacional y "todo lo que podamos aportarles para que mejore su calidad de vida", señaló.

OBJETIVOS DE LA CITA En cuanto al congreso nacional que se celebra en Mérida, Garrido Lexént señaló que tiene como fin sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad y crear un foro de debate y de intercambio de experiencias, entre todas las asociaciones, informa Efe.

Por su parte, la neuróloga del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, Carmen Durán, subrayó que estos enfermos están "bastante desatendidos" porque, a pesar de ser, tras el alzheimer, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, "hay muchos pacientes que no son tratados por neurólogos y que están infradiagnosticados".

Asimismo, el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, destacó la labor de atención y apoyo psicológico que los cuidadores y asociaciones realizan entre las personas afectadas por Parkinson, y aseguró que ésta no es una enfermedad excesivamente rara, sino que el 2% de las personas mayores de 65 años la sufren y 200 de cada 100.000 ciudadanos en general la tienen, informa Europa Press. Así, insistió en que se trata de una patología "relativamente frecuente". No obstante, insistió en que no es hereditaria o contagiosa, por lo que subrayó que a pesar de las limitaciones permite desarrollar una vida con normalidad.