Los pueblos extremeños serán de los más afectados de España en el caso de que la multinacional americana Pzifer lleve a cabo el "órdago" lanzado contra el sistema de distribución español, al pretender vender directamente sus productos a las farmacias, según explicaron ayer los presidentes de las cooperativas de distribución Cofares y Cecofar, Olegario Díez Navas y Carlos Sánchez Luque, respectivamente.

Díez aseguró que hay negociaciones y que en breve se presentará un proyecto con soluciones a los problemas que plantea el laboratorio, por lo que todavía hay posibilidad de arreglo. Pero, si fracasan, las consecuencias pueden ser graves, ya que entre otras cuestiones, cambiaría el modelo de distribución de medicamentos creando farmacias de primera, según su ubicación y ventas; y de segunda, las que están en el mundo rural, que en el caso de la provincia de Badajoz son el 12%, y de la de Cáceres, el 41%, motivo por el que la región sería de las más dañadas.

La decisión de Pfizer ha sido unilateral y por "motivaciones políticas", y pretende sustituir los operadores logísticos.

Extremadura es la tercera de España en potencia en salud, detrás de Navarra y Castilla-León. La importancia de mantener este sistema, está en que hoy es "solidario, profesional", y permite hacer varios pedidos al día, señalaron.

Por el contrario, el modelo de Pfizer pretende vender directamente desde Madrid, de forma que no se podrían servir unidades o pequeñas cantidades en el día, "llegarían los medicamentos, pero no sabemos ni cómo ni cuándo".