La nueva orden del Ministerio de Sanidad y Consumo para regular a la baja el precio de cerca de 4.000 medicamentos ha puesto de manifiesto la división existente dentro del sector farmacéutico extremeño. A solo dos días para que entre en vigor la normativa --el 1 de marzo--, los empresarios siguen insistiendo en las negativas consecuencias que tendrá esta decisión. La primera de ellas, según reiteran, serán los problemas de suministro. Mientras, los colegios de farmacéuticos afirman que la región está preparada para afrontar el cambio sin sufrir convulsiones.

La Asociación Provincial de Empresarios Farmacéuticos de Cáceres alertó ayer de que la rebaja de los precios va a agravar el desabastecimiento que ya sufren con algunos medicamentos, ya que los productos en España son más baratos que en el resto de la Unión Europea. Según el vocal de comunicación de este colectivo, Julio Pérez Vergel, "a los laboratorios no les sale rentable comercializar aquí sus productos y países vecinos como Portugal vendrán a comprar a los almacenes españoles para que les salga más barato". Pero además, como "todavía no se conocen los nuevos precios", los laboratorios pueden tardar varios días en hacer llegar los nuevos medicamentos a todos los puntos de venta del país.

Asimismo, denuncian que la medida tendrá un impacto negativo para las casi 700 oficinas de la región. "Vamos a tener problemas para abastecer al ciudadano, para abastecernos nosotros y encima no nos va a salir rentable", aseguró Pérez Vergel. En su opinión, los mayores problemas los sufrirán las farmacias de las localidades pequeñas, ya que tienen menos recursos y clientes, y verán mermados sus beneficios de forma considerable.

Más gasto Además, advierten de que la nueva orden supondrá un incremento del gasto farmacéutico: "Los laboratorios realizarán nuevas investigaciones para elaborar nuevos productos que les permitan salir al mercado con nuevos precios". E incluso creen que se puede producir una pérdida de calidad, ya que la industria podría apostar por sustituir los actuales componentes por otros más baratos. "Mantendrán el principio activo, pero si el excipiente es peor hará más daño al organismo", denuncian.

Por su parte, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz aseguran que el impacto de la normativa será mínimo. Su presidente, Cecilio Venegas, afirma que tanto los órganos colegiales de las dos provincias como la Consejería de Sanidad y el Servicio Extremeño de Salud (SES) han trabajado para evitar que se produzcan ese desabastecimiento, aunque reconoce que puede haber "casos puntuales, pero en ese supuesto se puede dispensar algún equivalente terapéutico".

Venegas explicó que existe un plazo de transición de 15 días para devolver los medicamentos con los precios antiguos y que se han garantizado las líneas de suministro. Asimismo, subrayó que la región se ahorrará cerca de 15 millones de euros en medicinas y que si se produce un incremento del gasto farmacéutico se deberá "al aumento del número de recetas, por el envejecimiento de la población y por el crecimiento demográfico".