La bajada de precios de los medicamentos contemplada en el plan estratégico de política farmacéutica impulsado por el Ministerio de Sanidad, y que contempla una reducción del 4% en el 2005 y otra del 2% adicional en el 2006, costará a las boticas extremeñas en torno a siete millones de euros, ya que tendrán que asumir la mitad del ahorro . La otra mitad repercutirá en la industria del medicamento.

Este hecho y el que el plan no haya sido negociado con los farmacéuticos, ha motivado la crítica unánime del sector.

Así, las asociaciones de empresarios de farmacia de ambas provincias hicieron suyo el escrito elaborado por la federación nacional en el que se tacha de "inadmisibles" las medidas, ya que "contemplan incrementos de prestaciones y los servicios de las oficinas de farmacia, que son absolutamente incompatibles con el recorte económico al que se las somete". Tal situación compromete, según aseguran, el futuro de muchas farmacias del ámbito rural.

Estas asociaciones aseguran que la limitación presupuestaria a las boticas impedirá mejorar la calidad de la prestación, y que el plan no contribuye a dinamizar el mercado de genéricos. Por ello, se ha convocado una asamblea nacional del sector que se celebrará el próximo martes, donde se decidirá la respuesta al Ministerio de Sanidad.

CONTRAPRESTACIONES Del lado de los colegios profesionales, el rechazo queda algo más matizado por la posibilidad de negociar contraprestaciones antes de que las pretensiones del ministerio se plasmen en una ley.

Así, Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, explicó que el plan debe completarse con medidas de índole económico que mejoren la situación de los boticarios.

Entre éstas citó la revisión del tope de facturación por farmacia a partir del cual el boticario debe devolver dinero al sistema público, "que no se mueve desde el 2000 pese a que los precios han ido subiendo". Además, criticó que se establezca una devolución de dos puntos en la facturación para las distribuidoras, formadas por los propios boticarios en régimen de cooperativa, con lo que la merma de ingresos vuelve a recaer sobre los mismos profesionales.

Sí se mostró absolutamente crítico con la reducción del margen de beneficios en la venta de genéricos. En este momento, estos medicamentos tienen un margen del 33%, lo que supone 5,1 puntos más que los fármacos con marca. Ahora se quieren igualar por abajo ambos márgenes, "y eso parece poco coherente con el esfuerzo realizado por los farmacéuticos para extender el uso del genérico" como forma de ahorro para el sistema.

En todo caso, insistió en que todo esta sujeto a posibles negociaciones a partir de ahora.