El Gobierno extremeño ha accedido a atender una reivindicación de los farmacéuticos de la región, según la cual se permite una mayor flexibilidad de los horarios mínimos de las farmacias ubicadas en localidades de escasa población, a la vez que se autoriza su reagrupamiento para ofrecer sus guardias de forma mancomunada entre distintas localidades e incluso diferentes zonas de salud. Todo ello forma parte del Decreto 26/2015, de 24 de febrero, que fue aprobado el martes pasado y que hoy martes entra en vigor después de su publicación ayer en el DOE.

Según explica Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Extremadura, en la actualidad un farmacéutico está obligado a que su oficina de farmacia permanezca abierta entre 30 y 45 horas semanales como mínimo. A partir de ahora, las que estén ubicadas en localidades de menos de 400 habitantes podrán reducir este horario a 25 horas. También hay flexibilidad para aquellas otras ubicadas en pueblos de entre 400 y 700 habitantes, las cuales podrán hacer horario continuado de 30 a 35 horas (en turno de mañana) siempre que no haya algún centro de salud abierto a partir de las 15 horas.

En cuanto a las guardias, la principal novedad es que se podrán reagrupar las zonas de salud (un máximo de tres zonas) a la hora de asignar los servicios, lo que reducirá la cifra anual de guardias a realizar por cada oficina. El decreto exige que la distancia máxima para acceder a una farmacia de guardia nunca sea superior a 45 kilómetros o 40 minutos de viaje. Los turnos deberán ser rotatorios y teniendo en cuenta las localidades principales de cada zona, sobre todo cuanto éstas sean inferiores a 2.000 habitantes. Además, las guardias en general podrán ser 'localizadas', lo que exime al titular de estar presente físicamente en el establecimiento toda la noche. Según Venegas, el titular dispondrá de un tiempo máximo de 20 minutos desde que el usuario pulse la tecla de llamada en la puerta de la farmacia para presentarse en el establecimiento.

Para Cecilio Venegas, "no se cierran farmacias, pero hay que acomodar el servicio en función del número de habitantes, rotación de usuarios, etc". En su opinión, "una botica no deja de ser también un negocio cuyo responsable no puede estar detrás de la puerta 24 horas a la espera de que aparezca un usuario que, además, en ocasiones ni siquiera reclama una urgencia". Tampoco que el horario de su farmacia multiplique por tres el del centro de salud de la localidad. Según relata, la red más extensa que existe en la región es la de las farmacias, ni siquiera la red bancaria es tan grande. Y hay que entender a la vez que muchas de estas oficinas son deficitarias, que "si no tuvieran ayuda de la administración a sus titulares les saldría mucho más rentable trabajar por cuenta ajena en una gran ciudad que mantener una farmacia propia de un pueblo".

Desde el Colegio de Farmacéuticos se entiende que no va a haber merma asistencial, y que los usuarios no van a notar gran diferencia. Entre otras cosas, el decreto tendrá que concretarse en una orden y después establecer los turnos en el propio Colegio, que los hará efectivos a partir del 1 de enero del 2016.

Su aplicación entiende Cecilio Venegas que podrá afectar al 30 o 40% de las farmacias de la provincia de Cáceres y al 10% de las de Badajoz. Sin embargo, añade, los farmacéuticos se congratulan de este nuevo marco normativo, dado que "dulcifica el derecho de atención" hasta el punto de que los farmacéuticos seguirán atendiendo profesionalmente a su público, pero ajustando sus horarios a los núcleos rurales y no amoldados a la generalidad de las grandes ciudades.