La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que hace que el sistema inmune ataque la sustancia que recubre las fibras nerviosas en todo el cuerpo. Produce el deterioro de los nervios a través del tiempo y, eventualmente, puede derivarse en la imposibilidad de hablar o caminar. Los síntomas no son siempre constantes y pueden empeorar, así como desaparecer por un tiempo. Una vez aparezcan, debe consultarse con el médico, aunque hay que ser conscientes de que estas sintomatologías pueden darse también en otras patologías, por lo que de notarlas, no debe atribuirse únicamente a esclerosis múltiple.

Entre las más básicas, se encuentra la fatiga, la debilidad o entumecimiento de las extremidades, trastornos visuales como una visión borrosa o doble, o dolor en los ojos. Aquellos que sufren de esclerosis múltiple también suelen sufrir dolores inexplicables en varias partes de su cuerpo y en ocasiones, sensación de cosquilleo. Los mareos y falta de equilibrio o coordinación también son factores a tener en cuenta.