Don Carnal ya ha llegado a Cáceres y lo ha hecho, como siempre, de la mano de la Fiesta del Febrero, una tradición que distingue al Carnaval cacereño del resto de los celebrados en Extremadura. Y es precisamente esa marca de calidad la que aprovechó ayer el alcalde José María Saponi para promocionar unos carnavales que en los últimos años han perdido peso, pero que el ayuntamiento está tratando ahora de revitalizar.

La Fiesta del Febrero, que se celebró en el Foro de los Balbos, sirvió también como argumento para reclamar que Cáceres se convierta en Ciudad Europea de la Cultura en el año 2016.

Indudablemente esta fiesta pertenece al acervo cultural de Cáceres. A principios del XX las lavanderas formaban una hermandad y lograban sacar sus hijos adelante a veces en condiciones extremas. Trabajaban todo el año, excepto en su día: la fiesta del Febrero. La celebración les servía para tomar las calles y reclamar un protagonismo que el resto del año les estaba vetado. Ayer volvieron a repetir la tradición con la quema del pelele.

LOS NIÑOS Quienes vivieron con intensidad el Carnaval fueron los niños. El ciclo de Infantil del Paideuterion celebró su particular pasacalles. Los niños se disfrazaron de hawaianos. Las madres confeccionaron los trajes con el apoyo de Inmaculada, Pilar, Angela y Antonio, los profesores. También en la guardería Titirimundi hubo fiesta.

Y por la noche, el pregón de la deportista y tertuliana de La selva de los famosos Coral Bistuer. El acto lo presentó Franquete . También se celebró el concurso de canciones carnavalescas. Hubo quejas por las entradas.