El centro neurálgico de la celebración del Día de Europa fue ayer el Real Monasterio de Cuacos de Yuste, donde se habló mucho del pasado, de la adhesión de España a la Unión Europea de la mano del agraciado este año con el premios Carlos V, Marcelino Oreja, pero también y, sobre todo, del futuro del viejo continente, en un momento convulso donde las autoridades hablaron de la crisis económica, de refugiados, de los nacionalismos, del Brexit, de la inmigración, del terrorismo y del desempleo. Por todo ello, el rey Felipe VI no dudó en afirmar que «se requiere un mayor impulso político por parte de todos y un esfuerzo equiparable a las circunstancias y retos».

Por ese motivo, animó a reforzar la confianza en el proyecto europeo, «mejorándolo, renovándolo inteligentemente» y pensando en «el bien común y el interés general». No obstante, Felipe VI subrayó que «España es uno de los países donde el sentir europeísta se mantiene más firme entre los ciudadanos» y puso como ejemplo el premio que otorga la Fundación Academia Europea de Yuste -que desde este año tendrá carácter anual- y al galardonado en su undécima edición, el exministro de Asuntos Exteriores y exparlamentario Marcelino Oreja.

De este destacó el rey su «encomiable labor europeísta». De hecho, con su discurso, Oreja demostró que creyó, cree y creerá en Europa. En una alocución en la que recordó los momentos previos a la adhesión de España a la UE hace ahora 40 años y lo que supuso para el país, el que «más se ha beneficiado, en términos absolutos, de la política comunitaria de fondos estructurales y de cohesión», señaló, apeló también como el rey por «actualizar el proyecto europeo» para «garantizar el futuro».

En opinión de Marcelino Oreja, «urge formular un nuevo ideal, un relato claro que movilice a los ciudadanos a favor de Europa» y, en su opinión, los ejes de esta Europa del futuro deben ser «reforzar el pilar social de la Unión Europea, forzar la Unión Europea de la defensa, ordenar la globalización y proseguir el proyecto europeo con ritmos diferenciados de integración desde el respeto al principio de subsidiariedad».

No se olvidó el premio Carlos V de los «momentos de incertidumbre» actuales y dijo que este puede ser «el momento para que España pueda incorporarse al núcleo duro» de la Unión Europea y así «contribuir con los demás países por una Europa de más calidad democrática» y con «competencias más acordes» con las necesidades actuales.

Para Marcelino Oreja, el premio que le entregó ayer el rey en Yuste «corona» su vocación europea», que arracó cuando estaba preparando su tesis doctoral y descubrió que «Europa no es sólo una comunidad de intereses, sino una comunidad ejemplar de civilización».

un éxito colectivo / El mismo sentimiento europeísta mostró ayer el presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani, quien subrayó que el proyecto comunitario ha sido «un gran éxito colectivo» y criticó los «nacionalismos y populismos» actuales. Por contra, hizo hincapié en que el futuro pasa por trabajar en favor de una Europa «más segura, más próspera, más social y más fuerte en el mundo».

Al terminar el acto, Tajani subrayó que los principales retos de la Unión Europea son el desempleo juvenil, el terrorismo y la inmigración y confesó que el Brexit es «un problema», pero subrayó el espaldarazo que ha supuesto para la Unión la victoria de Macron en las elecciones francesas.

Como ejemplo de los europeos que nacieron ya dentro de la Unión, Delia Manzanero, en representación de la Red Europea de Alumni de Yuste, formada por los beneficiarios de Becas Europeas de Investigación y Movilidad en Estudios Europeos del Premio Carlos V, destacó el periodo de «prosperidad económica» que supuso para España el ingreso en la Unión Europea y defendió no dejar nunca de «pensar nuestra Europa».

En este sentido, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, afirmó ayer que, en la Europa actual, «se hace más necesaria que nunca la cooperación reforzada de todos sus miembros» y un «planteamiento general de futuro», en el que entren «todos», con sus similitudes y diferencias, pero «todos en igualdad de oportunidades siempre».

Fernández Vara no se olvidó de la reivindicación de un tren moderno en la región y aprovechó para recalcar la necesidad de invertir en comunicaciones, a través de corredores que acerquen a las personas y a las empresas, «especialmente en los ferroviarios, tan necesarios en territorios como el nuestro».

El himno de Europa, interpretado por el Coro Amadeus-IN, de Puebla de la Calzada, puso el punto y final a un acto que, desde el próximo año, organizará la Fundación Academia Europea «e Iberoamericana» de Yuste.