Las abundantes lluvias de los últimos días no sólo han aportado el beneficio del incrementar los mermados recursos hídricos de los embalses, sino que está causando problemas con el camalote, que ha regresado a los tramos urbanos de Mérida y de Badajoz, volviéndolos a teñir de verde. La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) reforzó ayer los trabajos de retirada del camalote y empezó a reponer y reparar las barreras de contención que durante la madrugada del sábado al domingo se habían roto o soltado debido a los fuertes vientos de la borrasca Félix y el aumento de caudales, lo que provocó el arrastre de tapones de la planta invasora a las zonas urbanas, que se encontraban «totalmente limpias».

La intención de la CHG es volver a la situación inicial y seguir reteniendo camalote aguas arriba de Mérida y Badajoz y evitar su propagación, según explicó el presidente de este organismo, José Martínez. Aprovechando que la lluvia dio una tregua, Martínez calculó que daría tiempo a colocar la mayoría de las barreras que se habían soltado. Según apuntó, aguas arriba de Badajoz y de Mérida podría haber entre 20 o 30, aunque no todas no se soltaron.

En cuanto a la posibilidad de que el camalote llegue a Alqueva, el presidente de CHG reconoció que el peligro persistía. Cuando el domingo detectaron la rotura, avisaron a las autoridades portuguesas «para que estén atentos» y comprobasen si en su tramo, donde también tienen instaladas barreras, habían sufrido una situación semejante. pues el caudal del Guadiana también ha aumentado en la parte portuguesa. Martínez no tenía datos de que se hubiese producido y apuntó que «salvo casos muy puntuales» no se habían detectado muchas manchas importantes en el azud de la Granadilla en Badajoz.

La asociación ciudadana Salvemos el Guadiana pidió ayer a las administraciones que busquen soluciones conjuntas para erradicar el camalote. También el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, insistió en denunciar la «falta de planificación» y de presupuesto por parte de la Confederación para atajar el problema. Sin embargo, el presidente de la CHG apuntó que el personal encargado de esta tarea es el previsto en la encomienda de Tragsa y la propia CHG. «Evidememente si hubiera más medios se podría retirar más, pero eso no quiere decir que por muchos medios que pongamos no se pueden prever situaciones de este tipo».

La Confederación detalló, a través de una nota, que el caudal del Guadiana ha llegado a alcanzar los 360 metros cúbicos por segundo en la zona de Badajoz, cuando apenas hace dos semanas era de 10 metros cúbicos. No obstante, a pesar de que la crecida ha arrastrado gran cantidad de camalote «por ahora no hay riesgo de que esta especie invasora llegue a los canales de Lobón y Montijo, ni alcance el tramo internacional gestionado por Portugal». El operativo para retirar esta planta está distribuido en Badajoz con 8 equipos de embarcaciones, uno de maquinaria pesada y dos brigadas de tierra y un anfibio, 8 embarcaciones en Mérida y otro equipo de maquinaria pesada con 4 embarcaciones en la zona de Medellín.