El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, admitió ayer que aplicar la ley tal cual está escrita "es muy difícil de llevar a cabo", ya que la aplicación de la legislación actual en la región establece que cualquier paciente que no se haya negado en vida a la donación de sus órganos se convierte en donante potencial de los mismos. Pero esta cuestión es muy complicada, reiteró, por la negativa familiar a la donación "en momentos de drama tras la muerte".

Por otro lado, la extracción de órganos se realiza en los hospitales Infanta Cristina de Badajoz, San Pedro de Alcántara de Cáceres y el hospital de Mérida; y se encuentra en fase de tramitación para hacerlo el de Plasencia y en marzo comenzarán los trámites con el de Don Benito.