Fernando y María Teresa forman parte de la veintena de padres que han creado en la región la primera plataforma en defensa de la objeción de conciencia contra Educación para la Ciudadanía. Aunque en principio es un colectivo cacereño, aseguran que en la región ya se han presentado más de 100 objeciones.

--¿Por qué esta asociación?-- (Teresa) Nace porque muchos padres consideramos que nos están robando un derecho fundamental, el de la objeción de conciencia, y que es una base importante para trabajar juntos.-- (Fernando) Es el único camino que nos ha dejado la Administración, objetar a la imposición de una asignatura obligatoria, evaluable y sin materia sustitutoria.

--Pero, ¿qué les lleva a objetar?--(Fernando) La Constitución hace referencia al derecho de los padres a que sus hijos reciban una formación moral, ética y religiosa conforme a sus convicciones. Entendemos que esta asignatura atenta gravemente contra este derecho, es anticonstitucional.-- (Teresa) Hay ideas que van en contra de la moral de los padres. Nos están quitando la libertad de educar a nuestros hijos moralmente y aplican una moral relativista, donde nada es blanco ni negro, sino que depende de cómo se mire. Y se hace al servicio del positivismo, ya que identifica lo legal con lo bueno y no siempre es así. No podemos consentir que se lave el coco a nuestros hijos al modo del gobierno que toque.

-- Hablan de adoctrinar. En cierto modo, ya había adoctrinamiento por la presencia de las religiones en las aulas, ¿no?-- (Fernando) Efectivamente, la asignatura de religión es un adoctrinamiento más, pero por eso se ha sacado del currículo y es voluntaria y no evaluable. Por eso no podemos admitir que metan otra asignatura de formación moral, contraria al temario de la religión, pero evaluable y obligatoria. Sustituímos un mal por otro. Ambas deberían ser voluntarias y no evaluables, aunque nuestro primer objetivo es su derogación.

-- También se imparten los contenidos más conflictivos, como los relativos a las opciones sexuales, en otras materias...-- (Teresa) Desde un punto de vista filosófico y ético se deben estudiar hechos que existen en la sociedad, informando de que existen. Pero una cosa es eso y otra decir esto es lo que vale. Lo peor de la nueva asignatura es que se atribuye la capacidad de conformar la conciencia moral de los escolares.

-- ¿No es suficiente con las adaptaciones de contenidos que han realizado algunas editoriales?-- (Teresa) ¿Y por qué ha hecho falta adaptar la asignatura? Si no tuviese nada malo no sería necesario.--(Fernando) Ni siquiera hay un solo temario para todo el Estado. Cada comunidad ha desarrollado la asignatura a partir de unos contenidos mínimos, con lo cual se rompe el criterio constitucional de que todos somos iguales.

--¿Y si cambian los contenidos?-- (Teresa) Pero es que los padres no saben en qué consiste la asignatura. Creen que es educación vial, constitución, Derechos Humanos... Eso es lo que debería ser y entonces no habría nada que decir.-- (Fernando) Hay países europeos donde está implantada desde hace años, pero bajo esa óptica y con un consenso previo. Aquí se dejó fuera a los padres y no estamos dispuestos a que con esta excusa se encasille a nuestros hijos en una ética impuesta por esta Administración.

-- ¿Educación dice que no han llegado objeciones?-- (Fernando, que muestra su declaración sellada por su centro) Tratan de silenciar el movimiento de objeción. La consejería sigue negando haber recibido ningún formulario, solo dos que va a rechazar porque considera inválidos. Pero se están produciendo hechos graves: en Montijo han amenazado con expulsar a niños por objetar.-- (Teresa) Se están viviendo situaciones de verdadero acoso.

--¿Y a sus hijos?-- (Fernando) Esto es un trauma. Mi hijo no entendía nada y le va a costar comprender por qué sale de su clase una hora a la semana. Se ha sentido señalado y con 14 años hay que ser fuerte para superar que te tachen de extraño.

--¿Qué hacen durante esa hora?-- (Fernando) Deberían estar en la biblioteca o en una clase, pero como la consejería no ha hecho acuse de recibo de las objeciones no ha dado indicaciones de qué hacer con ellos. Lo que no pueden hacer es mandarlos a casa, al recreo o cualquier otra actividad. Incluso hay niños que, por miedo o por amenazas, entran en clase. Lo que sí está claro es que en junio tendrán un suspenso.