Fernando Sánchez Marroyo no solo es una voz autorizada en el análisis y el estudio de la Historia moderna, también es un activo participante en los foros de debate sobre la guerra civil y el Franquismo. Ahora analiza para este diario las consecuencias de la futura ley.

--Unos dicen que es necesaria; otros que abre heridas ya cerradas...--De lo que se trata es de compensar moralmente a algunas víctimas. Algunas ya recibieron reconocimiento material y moral, pero otras no. No obstante hay que ser prudentes. No se trata de ofender a unos para defender a otros. De lo contrario, las implicaciones políticas serían tremendas.

--¿De ahí la complejidad?-- Difícilmente se va a satisfacer a todo el mundo. Es de una gran complejidad remover toda esta estructura legal, ningún sistema puede anular lo que ocurrió. Lo razonable es que todo quede en algo puramente simbólico, aunque a unos les parecerá mucho y a otros, poco.

--También hay muchos reacios a remover todo aquello...--Recuperar cuerpos de fosas, por ejemplo, ya se hacía en el Franquismo. Muchos terminaron en el Valle de los Caídos, víctimas de los dos bandos o de la represión. A nadie le puede parecer mal que se recuperen cuerpos; es legítimo y conveniente.

--¿La ley deja algo pendiente?--Este tipo de documentos están muy pensados. Como tratan de satisfacer intereses antagónicos, es difícil que sean completos. Cualquier añadido los desnivela. Lo adecuado sería el consenso, que no parezca que simplemente es que un bando trata de recuperar algo. Si se hace así la fractura continuará. Sí debería incluir el acceso público a toda la información ´perdida´ o de difícil acceso, sin temor, porque todo aquello ya ha prescrito.

--Se habla de la represión franquista, pero ¿y la del otro lado?--También la hubo. Nunca habrá cifras exactas, pero unas 200.000 personas fueron asesinadas por los dos bandos, 50.000 por el republicano. La desestructuración de la República originó una terrible persecución por parte de las milicias sobre sus adversarios políticos y de clase.

--¿La ley también restituirá a esas víctimas?--Esas ya fueron reparadas al acabar la guerra. A partir del año 39, todos los asesinados por el bando republicano fueron compensados moralmente, al considerarlos mártires y caídos por España, y económicamente. El Franquismo quedó impune.

--¿Debe servir para poner un punto y final o, por contra, para abrir nuevos capítulos?--El objetivo debe ser cerrar esto. No podemos estar eternamente con este conflicto. Sería un disparate. La sociedad debe asumir ya. Pero previsiblemente, si no se llega a un consenso, esto puede quedar como un trágala impuesto por la fuerza y no convence a nadie.