No hubo sorpresas. Los congresos provinciales del PSOE extremeño se desarrollaron según lo previsto y tanto Juan Ramón Ferreira como Francisco Fuentes lograron un amplio respaldo para lograr la reelección y continuar así al frente de las ejecutivas socialistas de Cáceres y Badajoz, respectivamente, para los próximos cuatro años. Las votaciones se celebraron tan solo una semana después de que Guillermo Fernández Vara, que se personó en ambas capitales provinciales para mostrar su apoyo a los dos secretarios provinciales, fuera elegido como máximo representante del PSOE regional.

Los compromisarios reflejaron en las urnas un respaldo casi unánime para ambos candidatos, si bien fue el secretario general de los socialistas pacenses, Francisco Fuentes, quien consiguió un mayor apoyo, al mismo tiempo que las dos propuestas de ejecutivas presentadas por los candidatos recibieron un respaldo ligeramente inferior.

En Cáceres, Ferreira fue reelegido secretario provincial con una mínima discrepancia reflejada en los 31 votos en blanco que se introdujeron en las urnas, el 14,3%, frente al 85,6% que respaldó su gestión. Algo más apreciable fue la disidencia en la lista de su ejecutiva, que contó con casi un 25% de los votos en blanco, frente al 61,5% que votaron claramente a favor de la nueva directiva.

"Ha costado un poco sacarla adelante porque siempre hay sensibilidades y aspiraciones legítimas de estar ahí, pero el resultado final refleja y representa lo que es el partido en la provincia", aseguró Ferreira en la clausura del encuentro.

La renovación se deja notar en esa directiva. Algo más del 58% son caras nuevas, concretamente 23 de sus 40 miembros. En ella "hay un equilibrio entre juventud y experiencia", manifestó Ferreira. De hecho coexisten algunos históricos en los puestos de cabecera, donde la renovación ha pasado más de puntillas, con jóvenes valores. "Se nota que hay mucha cohesión y que se ha dado paso a gente con formación y muy del partido", valoró uno de los delegados. En cuanto a la paridad, 16 mujeres frente a 24 hombres, una fémina más que en la directiva anterior.

"Creo que es una ejecutiva que puede dar respuesta a los problemas de los ciudadanos y un impulso a nuestro proyecto", concluyó el reelegido secretario provincial, que afronta con éste su tercer mandato.

Durante diez horas, los delegados acreditados en este décimo congreso provincial debatieron los retos futuros a los que se enfrenta el partido en la provincia, que no son otros que el aprovechamiento de las energías renovables, la consecución del aeropuerto cacereño como vehículo de dinamización de toda la provincia, el "irrenunciable", en palabras de Ferreira, cultivo del tabaco o la llegada del tren de alta velocidad.

El propio secretario regional de los socialistas, Guillermo Fernández Vara, que abrió el congreso por la mañana se refirió tanto al cultivo del tabaco, del que dijo que hay que defender de forma "radical", como a la Central Nuclear de Almaraz, a la que se refirió como un "ciclo terminado" porque hay que ir pensando en "las nuevas energías".

Fernández Vara animó a los socialistas cacereños a "estar al lado de la gente cuando lo necesite", máxime en la actualidad, debido a los "tiempos de dificultad" que se están atravesando por la negociación de la financiación autonómica y local.

REELECCION Y DESPEDIDA Por su parte, la candidatura de Francisco Fuentes fue avalada en Badajoz por el 92,62% de los 203 votos emitidos, de los que solo 14 fueron en blanco. Su gestión obtuvo un apoyo del 96,15%, con 8 votos en blanco, todos de delegados de Badajoz que en la agrupación local forman parte de la lista encabezada por Joaquín León (frente a la de Francisco Muñoz), que ha defendido que se podría haber hecho más para ganar en la capital pacense en las elecciones municipales.

El secretario general obtuvo más apoyos que su ejecutiva, que fue respaldada por el 90,05% de los 201 delegados que votaron, hubo 16 votos en blanco y 4 nulos. Y eso que al comienzo del congreso Fuentes ya avisó que no se podía entender, "aunque está en su derecho" que alguien esté a favor del cabeza de lista pero no la vota porque está en desacuerdo con unos cuantos nombres de la ejecutiva que lo acompaña y advirtió del peligro de los "reinos taifas" de las comarcas.

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