La llegada de la televisión por cable a Extremadura podría estar más cerca. La región es la única en toda España en la que sus ciudadanos no tienen acceso a la oferta de ninguna de las grandes distribuidoras de este tipo de productos (cientos de canales, productos en régimen de pago por visión o videoclub), que además incluye internet y telefonía a precios muy competitivos y con una alta calidad.

La escasa y dispersa población extremeña hace poco rentable la fuerte inversión que supone el despliegue de una red de fibra óptica. Para reducir el umbral de rentabilidad de esa inversión, la Junta va a poner a disposición de estas operadoras (ONO, Tele Cable, Euskaltel y R) la red de fibra óptica que actualmente une las grandes ciudades, los edificios administrativos, los centros tecnológicos y la universidad.

Gracias a un convenio, el Centro de Estudios Socioeconómicos de Extremadura se hará cargo de todas las infraestructuras de telecomunicaciones que son propiedad de la Junta, así como las que se incorporen en el futuro. La red de fibra óptica es su principal activo. Tiene una capacidad ilimitada, porque ninguna aplicación actual abarca lo suficiente como para colapsarla. A partir de ahora, un grupo de 27 ingenieros de alto nivel se encargará de gestionar el alquiler de esta red y de su mantenimiento, con el fin de ofrecerlo, en las mejores condiciones, a todos los operadores del sector, tanto de TV como de internet o telefonía.